El barco de Médicos sin Fronteras, el Geo Barents, rescató ayer en tres operaciones a 273 migrantes a la deriva en el Mediterráneo central, por lo que actualmente hay en la zona 672 migrantes a bordo de naves humanitarias que esperan un puerto para desembarcar. La última operación del Geo Barents se había producido anoche cuando rescataron a 69 migrantes a bordo de una lancha neumática. “Están exhaustos y muchos tenían lesiones en las piernas debido a las violencia que han sufrido y que están curando nuestro equipo médico”, explicó la organización en las redes sociales.

Mientras que a la espera también se encuentran los 114 hombres, mujeres y niños fueron rescatados por el Ocean Viking y “que esperan un refugio seguro después de enfrentar una terrible violencia en Libia y un peligroso viaje por mar” escribió en sus redes la ONG Sos Mediterranée. A bordo del Ocean Viking iba Makbyel, un bebe de 17 días de los que “la mitad los ha pasado en el mar”. “Queremos que este bebé, su madre y las otras 113 personas rescatadas desembarquen ya en un puerto seguro”, añadieron.

En mar espera desde hace cinco días el Sea Eye 4 de la homónima ONG alemana con 216 migrantes a bordo, que espera la autorización de Italia para desembarcar después de que Malta rechazase ocuparse de los migrantes y les indicó Túnez como puerto seguro. “El barco informó al centro de coordinación de Malta en cada paso, pero el centro negó cualquier responsabilidad. No respondió a nuestros correos electrónicos, ni tomó el control de las operaciones de rescate”, denunciaron.

A pesar de que en esta época del año disminuyen la llegada de migrantes procedentes del norte de África, la inestabilidad en Libia no ha detenido este fenómeno y desde el 1 de enero hasta el 20 de diciembre han llegado a Italia 63.713 migrantes, frente a 33.394 en el mismo período de 2020.