La Comisión Europea inició un expediente de infracción contra el Reino Unido por incumplir el acuerdo negociado para evitar un Brexit traumático, un procedimiento que activa por segunda vez en seis meses contra Londres al considerar que está violando las condiciones de la separación. En concreto, el Ejecutivo comunitario reprocha al Gobierno de Boris Johnson su decisión de prorrogar de forma unilateral hasta el 1 de octubre el periodo de gracia para los controles aduaneros sobre alimentos o productos agrícolas que llegan a Irlanda del Norte, en contra de lo dispuesto en el protocolo diseñado entre Londres y Bruselas para proteger los acuerdos de paz de Viernes Santo en el Ulster.

Bruselas remitió ya ayer la carta de emplazamiento que pone en marcha el proceso y que, en última instancia, podría llevar a Reino Unido ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea si las partes no acuerdan antes una solución a la disputa.

La Unión Europea considera “inaceptable” la actuación de Reino Unido e insiste, como ya ocurrió en la ocasión anterior, en que el acuerdo de divorcio es un Tratado cuyo incumplimiento supone también ir en contra del Derecho Internacional.

Por eso, la Comisión ha decidido iniciar el procedimiento de infracción que en su primera fase da un plazo de un mes a las autoridades británicas para responder a la petición de aclaraciones y tomar “rápidamente medidas correctivas para restaurar el cumplimiento del protocolo”.

Si en esta primera toma de contacto no se resuelven las diferencias, el Ejecutivo comunitario daría el siguiente paso que implica un dictamen motivado para insistir en los cambios y que daría un plazo similar a los británicos para reaccionar.

En tercera y última instancia, sin acuerdo previo, el asunto llegará al Tribunal de Justicia de la Unión Europea, aunque fuentes comunitarias insisten en que el lado europeo prefiere una “solución dialogada” que llegue antes de que el caso se elevara a la Justicia europea.

Las mismas fuentes recuerdan que aunque el Reino Unido es ya un país tercero la Justicia europea sigue siendo competente para dirimir sobre una eventual ruptura del acuerdo, porque es parte de los instrumentos previstos por el propio acuerdo.

En paralelo a las medidas legales, Bruselas ha optado también por enviar un mensaje “político” a Londres, mediante una carta firmada por el vicepresidente de la Comisión Europea responsable de supervisar el cumplimiento de los acuerdos con Reino Unido, Maros Sefcovic, en la que llama al Gobierno de Johnson a “rectificar” y abstenerse de poner en práctica las normas contrarias al pacto.

dos semanas para una solución

En el texto remitido al ministro responsable del seguimiento del Brexit, David Frost, Sefcovic critica que las medidas unilaterales son una “violación de la obligación de buena fe” que recoge el artículo 5 del Tratado de Retirada e invita a su contraparte a reanudar las conversaciones en el marco del comité mixto para buscar “soluciones mutuamente acordadas” antes de que acabe marzo, por lo que quedan dos semanas para buscar una salida pactada al problema de la frontera con Irlanda del Norte.

“Juntos acordamos el protocolo como la única forma de proteger los Acuerdos de Viernes Santo, y juntos estamos obligados a cumplirlos”, dijo Sefcovic en un comunicado, en el que también avisó de que romperlo de manera unilateral también “socava la confianza” en el Reino Unido.

el punto crítico

Londres ha aplazado el cierre de la frontera unilateralmente hasta el 1 de octubre. Las mercancías británicas que entran en Irlanda del Norte están sujetas legalmente a los controles europeos desde la entrada en vigor del acuerdo del Brexit, el pasado 1 de enero. No obstante, el acuerdo prevé una exención hasta el próximo 1 de abril, pero a menos de un mes de que expire el plazo el Ejecutivo de Johnson se ve incapaz de establecer los controles y lo ha aplazado unilateralmente hasta el 1 de octubre.

la reacción de la ue

El responsable europeo de supervisar el Brexitcriticó que las decisiones unilaterales “socavan la confianza mutua”.