Mientras el coronavirus sigue sacudiendo el mundo y se buscan fórmulas para someter al Sars-CoV-2, la Comisión Europea ha lanzado una propuesta para que la Unión Europea esté más preparada para afrontar futuras pandemias y crisis sanitarias internacionales.

“Tenemos que aprender de las lecciones y estar mejor preparados. Con esta propuesta estamos dando los primeros pasos hacia una Unión Europea de la Salud, para actuar y apoyar a los Estados miembros en situaciones de graves amenazas transfronterizas para la salud”, declaró la comisaria europea de Sanidad, Stella Kyriakides.

Exactamente ocho meses después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) elevara el brote de covid-19 a la categoría de pandemia, y con Europa inmersa en una segunda oleada, Bruselas quiere crear una estructura europea para reforzar las futuras respuestas sanitarias, pero sin arrogarse competencias sanitarias, que corresponden a los países, ni “combatir al virus con legislación”. Bruselas quiere “cerrar las brechas” detectadas en los últimos 245 días y propone mejorar la coordinación de los Veintisiete y reforzar el papel de las agencias sanitarias europeas. “Estaremos mejor preparados porque desarrollaremos planes europeos y nacionales de preparación y respuesta para crisis que auditaremos regularmente. Nos aseguraremos de que las existencias y los equipos no solo estén en papel, sino también en la realidad”, dijo la eurocomisaria.

La Comisión ha ido creando instrumentos ad hoc para responder a la emergencia del coronavirus, como almacenes estratégicos de mascarillas y respiradores o precontratos paneuropeos con las farmacéuticas que desarrollan vacunas contra la covid-19. “La fragmentación hace a todos los países más vulnerables”, y por eso quiere que las capitales preparen planes nacionales de respuesta ante emergencias sanitarias que se sometan a pruebas de estrés.

Una pieza central para analizar la evolución del coronavirus en la UE ha sido el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades, pero con una plantilla que no llega a 300 personas y sin cambios legislativos profundos desde 2013, ha llegado “al límite de sus recursos y competencias”, según fuentes europeas.

El Ejecutivo comunitario, que también propone crear una nueva autoridad que pueda declarar una situación europea de emergencia, pide además que se refuerce la Agencia Europea del Medicamento, responsable de aprobar las medicinas y vacunas que pueden comercializarse en la UE.