El pasado sábado, 13 de noviembre, el aeropuerto de Bilbao vivió un episodio insólito. El comandante de un vuelo que hacía la ruta Manchester-Málaga comunicó a la torre de control de La Paloma que solicitaba la desviación del avión a sus pistas para que un pasajero que sufría un brote psicótico con actitud conflictiva y agresiva pudiera ser detenido y trasladado al hospital.

La Delegación del Gobierno informó ayer martes que el piloto pidió aterrizar y ayuda policial porque un pasajero británico se negaba a ponerse la mascarilla durante el trayecto, haciendo caso omiso a las instrucciones de la tripulación. Asimismo, el comandante relataba que el pasajero caminaba y corría por el pasillo del avión con una actitud muy agresiva ante los requerimientos de la tripulación de que se sentase.

Cuando el avión aterrizó en el aeropuerto de la capital vizcaina, al ser lo acontecido un episodio crítico y de riesgo elevado para la tripulación y el resto del pasaje, la Guardia Civil se acercó hasta las escaleras para arrestar al individuo. En ese momento, el citado pasajero agredió a los agentes, lo que hizo que estos procedieran a su detención. Al persistir la actitud agresiva, la Policía trasladó al detenido al hospital de Cruces donde el personal médico decidió ingresarlo en el Área de Psiquiatría por haber sufrido un brote psicótico durante el vuelo dirección a Málaga. Durante su estancia en Cruces estuvo custodiado para evitar que el suceso se repitiera.

El pasajero británico, que cuenta con un historial de cuadros psicóticos, ha sido puesto a disposición del Juzgado de Guardia de Bilbao acusado de sendos delitos de atentado contra agentes de la autoridad y desobediencia grave. Además, el pasajero deberá enfrentarse a la denuncia presentada por el comandante del avión por infracción muy grave de la Seguridad Aérea, que tramitará la Guardia Civil ante la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), infomaron ayer desde la Delegación.