Dos agentes de la Guardia Civil que realizaron la inspección ocular del lugar en la que fue hallado el cadáver del concejal de IU en Llanes Javier Ardines, en la mañana del 16 de agosto de 2018, coincidieron en afirmar que la zona era “ideal” y “propicia” para tender una emboscada.

Se trata de un camino asfaltado en una zona rural aislada, ubicada en la parroquia llanisca de Belmonte de Pría y cerca de la vivienda del concejal, cubierta por árboles y con lugares para esconderse como matorrales o muros de piedra pertenecientes a varias fincas. El cuerpo de Ardines fue hallado en medio de la calzada de este camino vecinal, que da servicio a once viviendas. Los agentes apuntaron que la víctima presentaba en las manos alguna abrasión compatible con el arrastramiento, si bien no tenía lesiones en las uñas que evidenciaran alguna acción de defensa de la víctima. Además, la ropa de Ardines, así como una de las vallas, presentaban manchas pegajosas con olor a pimienta, que según las acusaciones corresponderían al espray utilizado al inicio del ataque.

esprays y navajas

Otro agente que participó en el registro de la vivienda de uno de los supuestos sicarios, Maamar K., que fue detenido junto con los otros tres acusados seis meses después del crimen tras una larga y compleja investigación, detalló el hallazgo de dos esprays de defensa personal, uno de ellos grande, de varias navajas y cartuchos.

También encontraron diez teléfonos móviles, dos táser y algo de dinero oculto en unos calcetines.

Las acusaciones, que piden una pena individual de 25 años de prisión para cada uno de los acusados, mantienen que Pedro Nieva, amigo personal del edil, urdió el plan para acabar con la vida de Ardines después de descubrir, en diciembre de 2017, que mantenía una relación con su mujer, a su vez prima segunda de la esposa del concejal.