BILBAO. Según ha informado este martes la Guardia Civil, la cúpula de la organización estaba afincada en la localidad vizcaina, desde la que dirigía las actividades de la misma, y están previstas nuevas detenciones por los delitos de trata de seres humanos, prostitución coactiva, inmigración ilegal y organización criminal.

El operativo para la liberación de las víctimas se inició a primeras horas de la mañana del pasado lunes de forma coordinada entre la Guardia Civil y la Squadra Mobile di Roma de Polizia di Stato, con seis entradas y registros simultáneos en domicilios de Roma y Barakaldo.

La red desarticulada se servía de mujeres procedentes principalmente de Venezuela y Colombia, a quienes, aprovechando su situación de vulnerabilidad y pobreza, se les instaba para que abandonaran sus países de origen, trasladándolas en vuelos hasta Italia y España.

Una vez en Europa, eran distribuidas entre diferentes pisos situados en Barakaldo y Roma, donde eran explotadas sexualmente bajo el control de la organización.

Estas mujeres eran intercambiadas cada poco tiempo entre los diferentes pisos y ciudades para provocar un desarraigo que permitía un mejor control sobre ellas, y para "ofertarlas" como novedad con el fin de atraer un mayor número de clientes.

La Guardia Civil ha contabilizado más de 30 mujeres que han pasado por el control de esta organización en los últimos 2 años.

La investigación, dirigida por el Juzgado de Instrucción número 4 de Barakaldo, ha constatado un confinamiento total de las víctimas en los pisos donde ejercían, con apenas tiempo para dormir y siempre bajo el dominio total de la organización, y con individuos que se encargaban de su vigilancia y cámaras que emitían en directo instaladas en los pisos donde residían y eran explotadas sexualmente.

Además, las víctimas eran coaccionadas por su situación irregular en el país y amenazadas con armas de fuego, les obligaban a realizar todo tipo de prácticas sexuales a demanda de los clientes, controlando tanto los tiempos de trabajo como su recaudación, y les indicaban que consumieran drogas con los mismos para estar más tiempo en su compañía y obtener así un mayor beneficio.

Los detenidos, en su mayoría de origen sudamericano y asentados en Barakaldo, se servían de varios vecinos vizcainos de su confianza para realizar los transportes, ya que eran conocedores de la zona, según la misma fuente.

EFE