Bilbao - La aparición en la prensa del relato de una víctima del exsalesiano José Miguel San Martín, conocido como don Chemi, abrió el cajón de los secretos. “Comentamos la noticia y empezamos a hablar del tema por primera vez. Nos contamos entre nosotros lo que nos había sucedido a cada uno y nos dimos cuenta de que éramos unos cuantos”, explica a DEIA Jaime -nombre ficticio-, uno de los ocho alumnos que la semana pasada denunció a San Martín ante la Ertzaintza por presuntos abusos sexuales y agresiones físicas durante la década de los 80 en el colegio salesianos de Deusto.

En el caso de Jaime fueron “unos tocamientos” ocurridos cuando tenía 9 años. Entonces no fue consciente de lo que estaba ocurriendo, fue en la adolescencia cuando analizó la situación y pudo entenderla. “Entonces lo conté”, explica. Cuenta, además, que hay otros casos “extremadamente graves”, entre los que incluye “violaciones completas y palizas”. “No estamos hablando de eso que estaba normalizado en aquellos años de que te daban un cachete o con la regla en la mano, estamos hablando de palizas, palizas a un niño de 8 años, que es uno de los denunciantes. Yo estaba presente porque era de mi clase. Era la tercera vez que olvidaba el cuaderno, llamaron a este hombre, que era el jefe de estudios, vino, empezó a darle bofetones, le dio una paliza descomunal delante de toda la clase, lo derribó entre los pupitres, lo tiró al suelo, estuvo dándole patadas en el suelo, finalmente lo acabó estampando contra la papelera de una patada. Y esto se hacía a la vista de todo el mundo, a la vista de los profesores que jamás movieron un dedo por defendernos”, denuncia.

En el caso de los abusos sexuales, “se hacían en la intimidad”. “Uno de los denunciantes fue víctima de abusos con 10 años y estos llegaron a tal punto de gravedad que se lo dijo a sus padres. Sus padres se dirigieron a la asociación de padres y madres de alumnos de la época, y esta asociación habló con la dirección del colegio. La dirección aconsejó a aquellos padres no denunciarlo, dejar pasar el asunto. Poco tiempo después este hombre dejó de pertenecer a la congregación de manera terriblemente sospechosa. El colegio era consciente de cómo nos maltrataba y el colegio fue consciente, como mínimo, en aquella ocasión, de que se estaban produciendo abusos sexuales y no hicieron nada. Era en aquel momento cuando deberían habernos protegido”, lamenta Jaime. Los ocho denunciantes se sienten dolidos por el comunicado que emitió el colegio el pasado fin de semana. “Nos ha parecido un comunicado en el que simplemente pretenden echar balones fuera, lavar la cara de la institución. Dicen que piden perdón si se hubieran dado casos de este tipo, ese hipotético nos ha resultado especialmente doloroso”, explica.

Rememorar San Martín fue profesor del colegio durante quince años, entre 1975 y 1990. Jaime teme que las víctimas sean “decenas y decenas”. Reconoce que son más de ocho las víctimas con las que han contactado, pero que no todas han querido dar un paso al frente. “Hay personas que lo han archivado en un lugar oscuro para poder vivir y otras a las que les ha destrozado la vida. Son personas que arrastran problemas de tipo afectivo, emocional, problemas en las relaciones de pareja, sexuales, insomnio, cambios de humor radicales, son personas que están en tratamiento psicológico a día de hoy, medicadas”, relata. “El miedo, el dolor o la inseguridad que pueda tener una víctima deben ser respetados”, agrega.

Jaime y sus siete compañeros son conscientes de que el delito ha prescrito, pero quieren que se sepa la verdad, animar a posibles víctimas de épocas más recientes a denunciar y, sobre todo, “que no haya más niños en peligro”.

Tras conocerse la denuncia el pasado fin de semana, la Junta de Portavoces del Ayuntamiento de Bilbao condenó y repudió ayer los abusos sexuales y físicos cometidos supuestamente por San Martín.