Cada año se detectan en Euskadi cerca de 125 nuevos casos de infección por VIH, una cifra que se mantiene estable, y cerca de la mitad presenta un diagnóstico tardío. Con motivo del Día Mundial del Sida, que se celebra el próximo 1 de diciembre, el Departamento de Salud y Osakidetza han explicado que la detección temprana, ya sea en los propios centros del Servicio Vasco de Salud o a través de pruebas rápidas en farmacias o entidades comunitarias, es uno de los principales pilares de la estrategia ONUSIDA 2030 para poner fin a la epidemia del Sida.

De los 125 nuevos casos detectados anualmente, la mayoría se dan en hombres con una edad media de 37 años, más del 63 % en Bizkaia, casi el 22 % en Gipuzkoa y el 15 % en Álava. Osakidetza ha recordado que el diagnóstico precoz es fundamental para garantizar una buena calidad de vida y que la detección del VIH se puede hacer a través de centros de salud o en las consultas de Infecciones de Transmisión Sexual.

Además, 60 farmacias de Euskadi forman parte de un programa de prueba rápida del sida de forma anónima, con un coste de 5 euros, algo que también se puede realizar de manera gratuita en entidades comunitarias. En caso de un diagnóstico positivo, se procede a la derivación del paciente a la unidad de VIH del hospital de referencia para iniciar el tratamiento antirretroviral de forma inmediata.

6.200 personas en tratamiento en Euskadi

En la actualidad, en Euskadi hay 6.200 personas en tratamiento, que aunque no elimina por completo el virus, bloquea su multiplicación y frena el avance del VIH en el organismo, permitiendo mantener una buena calidad de vida. El coordinador del Plan del Sida de Osakidetza, Oskar Ayerdi, ha explicado que las personas que reciben tratamiento antirretroviral y tienen la carga viral indetectable no transmiten el virus, lo que supone un gran avance científico con impacto preventivo y social.

Además de los esfuerzos en salud sexual, la promoción del uso del preservativo y la recomendación de realizarse una prueba del VIH tras relaciones sexuales de riesgo, existe la posibilidad de solicitar la profilaxis posexposición (PEP) en urgencias hospitalarias tras una relación de riesgo. También está disponible la profilaxis preexposición (PrEP), que consiste en el uso de fármacos antirretrovirales para evitar la transmisión del VIH, aunque no protege frente a otras infecciones de transmisión sexual. Esta actuación está recomendada para personas con alto riesgo de infección, y actualmente la utilizan en Euskadi unas 1.600 personas.