La Global Sumud Flotilla (GSF) ha solicitado "escolta marítima y observadores diplomáticos" a los países de Naciones Unidas en respuesta a la "escalada alarmantemente peligrosa" que ha denunciado tras registrar en la madrugada de este miércoles "explosiones selectivas y el lanzamiento de objetos no identificados" sobre múltiples embarcaciones de la misión.

"Exigimos que todos los Estados miembro de la ONU, y en particular aquellos cuyos nacionales se encuentran a bordo de los buques de la Global Sumud Flotilla, garanticen y faciliten de inmediato una protección efectiva, incluyendo escolta marítima, observadores diplomáticos acreditados y una presencia estatal protectora manifiesta", ha reclamado la organización en un comunicado difundido a través de Telegram, a fin de que "la flotilla pueda avanzar con seguridad, la misión pueda continuar sin obstáculos y el derecho prevalezca sobre los actos de aniquilación".

Su petición ha llegado como respuesta a la "escalada alarmantemente peligrosa" que ha denunciado la flotilla después de que múltiples embarcaciones hayan registrado "explosiones selectivas y el lanzamiento de objetos no identificados sobre ellas y sus alrededores, causando daños significativos y una obstrucción generalizada de las comunicaciones".

"Esto se suma a una campaña sostenida de intimidación y desinformación por parte de Israel, cuyo objetivo es desacreditar y poner en peligro a los más de 500 civiles desarmados a bordo de la flotilla, quienes intentan entregar alimentos y suministros médicos a Gaza para ayudar a poner fin al bloqueo ilegal israelí", ha subrayado la misión. "Israel continúa etiquetando falsamente a la Fuerza de Seguridad General como la 'flotilla de Hamás', ha denunciado, apuntando a una campaña que "intenta justificar preventivamente una acción militar".

La GSF ha cifrado en al menos trece las explosiones "sobre y alrededor de varias embarcaciones de la flotilla, lo que provocó una interrupción generalizada de las comunicaciones", y ha afirmado que "en las últimas 24 horas, más de 15 drones de baja altitud sobrevolaron la embarcación Alma, apareciendo aproximadamente cada diez minutos". Asimismo, la tripulación de la misión ha informado del "lanzamiento de objetos desde drones o aeronaves sobre al menos 10 embarcaciones, lo que ha causado daños", aunque no se han registrado víctimas mortales, según el comunicado.

"El Derecho Internacional es claro: los civiles, incluidos quienes participan en misiones humanitarias, están protegidos por los Convenios de Ginebra", reza el texto de la flotilla, que ha advertido de que "cualquier ataque contra esta misión constituiría crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad" y "violaría las medidas provisionales vinculantes de la Corte Internacional de Justicia, que exigen a Israel permitir y facilitar la entrega de ayuda humanitaria a Gaza".

Ante esta situación y mientras se celebra en Nueva York la 80º Asamblea General de Naciones Unidas, la flotilla ha instado "a todos los Estados Miembros a incluir los ataques a la flotilla en el orden del día de la Asamblea y a adoptar una resolución que aborde estas graves violaciones".

"Operaciones psicológicas" de Israel

La Global Sumud Flotilla ha publicado este comunicado tras denunciar unas horas antes la detección de drones, objetos lanzados, explosiones e interferencias en las comunicaciones en lo que ha calificado como "operaciones psicológicas" e intimidatorias, de las que ha responsabilizado a "Israel y sus aliados", tachando de "espantosos" los extremos a los que, afirma, llegan "para prolongar los horrores de la hambruna y el genocidio en Gaza".

"Pero nuestra determinación es más fuerte que nunca. Estas tácticas no nos disuadirán de nuestra misión de entregar ayuda a Gaza y romper el asedio ilegal. No nos silenciarán. Seguiremos navegando", ha asegurado la flotilla.

Estos avisos han llegado la misma jornada en la que la flotilla ha descartado la propuesta de Israel de atracar y transferir la ayuda desde el puerto de Ascalón, en Israel, y ha remarcado que se trata ésta de "una práctica recurrente" para obstruir y retrasar la entrega de asistencia humanitaria, al tiempo que ha alertado de posibles represalias contra la embarcación por su negativa.

Por su parte, Israel ha mantenido que esta respuesta de la flotilla refleja que su misión no es ayudar al pueblo de Gaza, sino "servir a Hamás" y ha advertido de que de persistir en su idea, tomarán "las medidas necesarias para impedir su entrada en la zona de combate y detener cualquier violación del bloqueo naval", aun prometiendo que empleará "todos los esfuerzos posibles para garantizar la seguridad de sus pasajeros".