La concejala de Espacio Público y Barrios de Gasteiz, la jeltzale Beatriz Artolazabal, ha denunciado un "nuevo episodio de acoso por parte de trabajadores en huelga de Enviser" después de que varios de ellos hayan acudido a la puerta de su vivienda a lanzar panfletos en su contra.
El episodio se enmarca dentro del conflicto laboral entre la plantilla y Enviser, la empresa contratada por el Consistorio para ocuparse del cuidado de los espacios verdes de la capital alavesa, y que se acerca ya a los seis meses de huelga.
La responsable del área municipal en cuestión ha denunciado que "no se puede permitir que un conflicto laboral se convierta en una campaña de odio personal". "Este tipo de actuaciones son absolutamente intolerables y sobrepasan cualquier límite democrático o de protesta legítima", ha reprochado Artolazabal en un comunicado en sus redes sociales.
"Me insultan, me tachan de fascista, me caricaturizan con un bigote de Hitler y vuelven a difundir la imagen de un muñeco con mi rostro ardiendo en la hoguera de Judimendi", detalla Artolazabal en su denuncia pública respecto al contenido de las octavillas con las que se ha topado esta mañana al salir de casa.
Beatriz Artolazabal ya ha puesto los hechos en conocimiento de la Policía y ha reiterado su respeto al derecho a la huelga al tiempo que ha dejado claro que no aceptará nunca que "se utilice la intimidación y el acoso como forma de presión. Así no".
Trabajos en Olarizu
Este nuevo episodio llega después de que el Ayuntamiento procediera este martes a habilitar las campas de Olarizu de cara a la romería del próximo lunes.
El Consistorio mandó este martes segar la maleza del perímetro del recinto y alisar las hierbas del interior de la campa, ahora crecidas, como consecuencia de la huelga de jardineros. Un hecho que provocó la indignación de los trabajadores que pusieron el asunto en manos de la inspección de Trabajo al considerarlos ilegales por vulnerar su derecho a la huelga.
Fuentes sindicales y del Ayuntamiento de Gasteiz confirmaron a EFE la paralización de estas tareas que, sin embargo, ya estaban prácticamente finalizadas cuando se han suspendido.
La Inspección de Trabajo ha aclarado que no fue sido la encargada de suspender esas tareas de alisado porque no le corresponde hacerlo si no hay riesgo inminente para la salud y la seguridad de los trabajadores, que no es el caso.
Los inspectores sí se personaron en el lugar, como ocurre cuando se produce una denuncia por vulneración de los derechos de los trabajadores, y ha abierto una investigación.
Por su parte, fuentes del Ayuntamiento de Gasteiz se reafirmaban este martes en que no han vulnerado el derecho a la huelga y que han actuado conforme a la legalidad. Así lo explicaba la concejala de Espacio Público y Barrios, Beatriz Artolazabal, que descartaba pedir la inclusión de la limpieza del descampado en los servicios mínimos, ya que no existe tanto riesgo de incendio que en agosto, con las altas temperaturas.
No obstante, este martes un tractor aplasta la hierba y acondiciona la campa para los actos del lunes, ante la indignación de los trabajadores que han puesto el asunto en manos de la inspección de Trabajo.
Defiende el Ayuntamiento que ésa es una actuación no prevista dentro del contrato con la firma Enviser, encargada del mantenimiento de los parques y jardines de la ciudad, y que aún no ha llegado a un acuerdo laboral con la plantilla.
Además, el Ayuntamiento solicitaba la protección policial para las personas que están acondicionando las campas ante la presencia de un piquete, constata Artolazabal, que la semana pasada volvió a reunirse con la empresa Enviser.
No es la primera vez
La teniente de alcaldesa y concejala de Espacio Público y Barrios del Ayuntamiento de Gasteiz, Beatriz Artolazabal, ya presentó en junio una denuncia formal ante la Policía Local por los hechos de "hostigamiento, intimidación y violencia simbólica" sufridos en los últimos meses en el contexto de la huelga que mantiene la plantilla de Enviser, empresa adjudicataria del servicio de mantenimiento de parques y jardines de la capital alavesa.
Aquella denuncia llegaba después de que en la celebración de la noche de San Juan en el barrio de Judimendi, donde se quemó públicamente un muñeco con su rostro.
El muñeco fue portado por personas encapuchadas, que llevaban pegatinas de la huelga en sus sudaderas, así como que el acto fue presenciado por numerosos asistentes y recogido en imágenes y vídeos que han circulado por redes sociales.
En aquella denuncia recogía también que los días 13 de junio y 31 de marzo, "varias personas se bajaron de un coche frente a su domicilio particular para tirar pegatinas y colocar pancartas en los alrededores de su casa".
En todas ellas, se hacían referencias personales y se mostraban datos relativos a su retribución como cargo público. También denunciaba la aparición, en diferentes puntos de la ciudad, de pintadas, carteles y fotografías con su imagen y la de la alcaldesa, acompañadas de "mensajes insultantes y datos personales".