El sector agrícola y ganadero español teme una numerosa lista de daños como consecuencia de las olas de calor, entre los que destaca la reducción de la próxima cosecha olivarera, a los que suma las pérdidas de pastos, las colmenas o de las tierras quemadas por los actuales incendios.

Olas de calor como la actual pueden provocar una merma de frutos del olivar e incluso de las viñas, reducir la producción de tomate para industria y trastornar los calendarios de cosecha de cereales y frutas, según declararon a EFE fuentes de las organizaciones agrarias Asaja, COAG, UPA y Unión de Uniones.

Pero al evaluar las altas temperaturas tienen presente que también han podido contribuir al origen de los incendios que arrasan el monte en una parte importante del país.

Entre las producciones que pueden verse afectadas se encuentra la olivarera. La reducción de la próxima cosecha por no poder engordar adecuadamente el fruto de la aceituna es una de las consecuencias más notables de las olas de calor, según el responsable de este cultivo en la ejecutiva de COAG, Javier Fatás, y el secretario de agricultura de UPA, Ignacio Huertas.

Los olivos tienen estrés hídrico y si siguen las altas temperaturas, el sector teme que la aceituna tenga calibres más pequeños, lo que puede afectar a la producción de aceite.

Viña, patata, tomate y frutas

En el viñedo, Fatás explicó que en las vides con estado más avanzado la maduración de la uva puede producirse por “deshidratación” por pérdida de agua, en lugar de una maduración fenólica, lo que puede mermar la cosecha.

Fatás también señaló que el calor ha adelantado la recogida de patata en Castilla y León, la más tardía, que se guarda después para todo el invierno y la primavera. También se adelanta la recogida de variedades de peras o melocotones que deberían haberse recolectado en septiembre, lo que aumenta la competencia e implica un problema de mano de obra.