Tejer redes entre los diferentes municipios y localidades de la CAV forma parte de la esencia de Euskadi Lagunkoia, proyecto al que se encuentran adheridos un total de 87 municipios de los tres territorios con el propósito de crear enclaves y espacios más amigables con las personas mayores.

 Se trata de una iniciativa que toma como referencia la ‘Red Mundial de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores’ promovida por la Organización Mundial de la Salud en 2010 y, siguiendo su eje de acción, dos años después daba sus primeros este proyecto en la CAV.

 Desde su puesta en marcha en 2012, Euskadi Lagunkoia ha desarrollado su labor con un doble objetivo: fomentar la participación ciudadana y hacer de nuestros entornos más próximos – barrios y ciudades- lugares más amables para el conjunto de la población. Así las cosas, y teniendo en cuenta la realidad socioeconómica que nos rodea, tras abrir un proceso de reflexión, en 2024 la red acordó centrar buena parte de sus esfuerzos en que la alianza sirviese para combatir un tema tabú: la soledad no deseada de los mayores.

 Esta realidad en aumento, el de la soledad no elegida, se presenta como un reto al que dar respuesta antes de que sean palpables sus síntomas habituales como el aislamiento de la persona o la sensación de una tristeza profunda. En definitiva, desde Euskadi Lagunkoia se acordó poner en marcha mecanismos encaminados a atajar estas situaciones y garantizar que el Estado de bienestar alcance también a los mayores vascos.

 Guía y kit

Entre las propuestas desarrolladas en los últimos meses destaca la elaboración de una guía y un kit de herramientas, disponibles en www.euskadilagunkoia.euskadi.eus. Cabe resaltar que ambas estrategias se encuentran dirigidas tanto a profesionales como a la población en general, valiéndose para ello de un lenguaje accesible y un diseño intuitivo. Por otro lado, la página web también recoge una batería con propuestas y acciones concretas que se están llevando a cabo en Euskadi en el ámbito de la amigabilidad y la soledad no deseada.

 A acciones más tradicionales como campañas de sensibilización, talleres y las llamadas telefónicas a mayores de 75 años- por citar algunos ejemplos- , se sumaron propuestas más innovadoras como “Postales para mi amiga la soledad”.

Dos personas mayores entrelanzan sus manos. EP

En esta última, Euskadi Lagunkoia planteó el envió de postales con una fotografía en la parte superior y un espacio en blanco donde poder escribir un mensaje. Las imágenes, además, pertenecían al concurso “Mirando la soledad” en el que se puso rostro a las diferentes formas de vivir esta lacra. La propuesta fue una manera diferente de romper el silencio, tan presente en esa soledad no deseada.

Otra acción reseñable fue la muestra fotográfica itinerante: “Bakardadeari begira”, tal y como se menciona en el documento “Soledad: guía para la acción. Serie monográficos Euskadi Lagunkoia N1, capítulo 6”. Estos son solo dos ejemplos del camino recorrido desde Euskadi Lagunkoia en el último año, un contenido disponible para su consulta a través de esta guía de 70 páginas.  

 Por otro lado, gracias a esta labor se ha prestado asistencia, según datos aportados por el departamento de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico del Gobierno vasco, a casi 420.000 las personas mayores de 65 años. Concretamente, del total de personas que conforman este grupo de edad (528.954 personas), el proyecto Euskadi Lagunkoia ha logrado un impacto sobre el 79,4%. En definitiva, casi ocho de cada diez vascos mayores de 65 años se encuentran bajo el paraguas de esta red que reivindica la participación e implicación de los mayores en la sociedad actual.

 Carrera de fondo

De hecho, desde su creación en 2012, sus objetivos pasan por generar procesos de participación comunitaria, así como introducir cambios a nivel municipal y territorial que mejoren la calidad de vida de todos los residentes.

Euskadi Lagunkoia también pone el acento en el potencial que representan las personas mayores en la vida de ciudades y pueblos como generadoras de bienestar. La persecución de estos retos y las líneas de trabajo abiertas, subrayan desde el Ejecutivo vasco, acaba redundando el fortalecimiento de una sociedad donde se atajen y se prevengan soledades no deseadas. Dentro del proyecto Euskadi Lagunkoia se enmarcan los siguientes programas de amigabilidad:

 • Establecimiento amigable: Su objetivo es crear una red de establecimientos que tienen en cuenta las necesidades de las personas mayores y en consecuencia se comprometen en la mejora de la amigabilidad de sus servicios, además de promover el apoyo y la detección de situaciones de fragilidad y vulnerabilidad.

 • Farmacias amigables: Su objetivo es hacer de la amigabilidad un movimiento local en el sector de las farmacias, así como favorecer su papel en la detección y respuesta a las necesidades de las personas mayores, vinculado a los recursos del municipio y el contacto con los Servicios Sociales, Centros de Salud y Centros Sociales de personas mayores. En la actualidad se encuentra en fase de pilotaje.

 • Legado: Su objetivo es recoger en un proyecto documental, en formato vídeo, las experiencias de personas mayores con el objetivo de transmitir el patrimonio inmaterial y cultural de Euskadi.

 • Elaboración de materiales: Su objetivo es elaborar y difundir materiales con testimonios y guías para avanzar en la amigabilidad, que puedan servir de orientación y apoyo a los municipios, grupos promotores y toda aquella persona que quiera implementar acciones para fomentar la amigabilidad con las personas mayores y combatir la soledad no deseada: guías metodológicas (grupo promotor, diagnóstico, plan de acción) guías monográficas (soledad, guía para una vivienda amigable, de participación social, etc.). También se celebra anualmente la jornada de buenas prácticas europeas en amigabilidad, donde se hace entrega del Premio Euskadi Lagunkoia.