Ponerle abrigo a la mascota porque uno es friolero o darle dulces porque se relame puede causarle problemas de salud, advierte el presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Bizkaia, Álvaro Mateos Amann, que recuerda que son animales.
¿Cada vez más personas tratan como humanos a sus mascotas? Si es así, ¿a qué cree que se debe?
Es una realidad hoy día. No es una conducta animal, sino humana, y le correspondería más a los médicos valorarla, pero, como ciudadano, opino que posiblemente la ausencia de niños motive que haya gente que supla esa ausencia con el animal y eso le lleve a ese tipo de actitud.
¿Hay alguna ley que lo prohíba?
La Ley de Bienestar Animal dice que la persona responsable tiene que respetar las necesidades etológicas del animal y prohíbe actitudes que le puedan provocar estrés intentando que haga cosas que no le corresponden. El legislador estaba pensando más en los animales de circo, pero los perros, gatos y cualquier animal de compañía tienen que poder desarrollar las actitudes de su especie, que no tienen nada que ver con los humanos. En muchos casos consideramos que son muy listos porque aprenden, pero no por ello debemos humanizarlos.
A algunas mascotas las visten, las disfrazan, les ponen cosas en la cabeza… ¿Les puede perjudicar?
Puede ser que el propietario considere que, como él sale a la calle y va a tener frío, el animal también lo va a tener y entonces le ponga algo para que le proteja de ese frío o para evitar que se le moje el pelo si está lloviendo. El problema es que evitar la transpiración natural que produce la epidermis de los animales domésticos puede producirle problemas en la piel, erupciones y multitud de cuestiones que le afecten negativamente. El primer día que le pongan una prenda se la va a intentar quitar porque no es su naturaleza llevar ningún tipo de cobertura. Con el tiempo aprenderá que esa prenda implica su momento de divertimento porque igual va a salir a la calle, pero no por ello quiere decir que sea adecuado ponérsela.
Hay quienes besan en el hocico a su mascota o duermen con ella. ¿Pueden contraer enfermedades?
Si el animal está bien cuidado, mantenido y vacunado, esto ya entra dentro de los escrúpulos que uno tenga. Los perros machos, por ejemplo, tienen tendencia a marcar y olisquear zonas donde hay heces y orines. Si es un poquito más mayor, se corre mayor riesgo, pero si se hace con una mascota bien tratada, no tendría por qué. Se puede advertir en determinados momentos fisiológicos del ser humano, por ejemplo, una mujer embarazada tendría que tener mucho cuidado para evitar cualquier tipo de patología que le pudiera provocar un aborto, como la toxoplasmosis.
“Aprenderá que cuando le pones una prenda va a salir a la calle, pero no quiere decir que sea adecuado ponérsela”
Algunas personas transportan a los perros en carritos sin que, aparentemente, estén enfermos.
Solo en caso de enfermedad yo lo veo lógico. Es decir, el animal tiene unas necesidades etológicas, de comportamiento, y se tiene que mover. De hecho, como profesionales de la veterinaria no estamos muy de acuerdo con que la ley obligue a pasear a los animales potencialmente peligrosos siempre atados y con bozal porque entendemos que es la ausencia de educación o la educación errónea de ese animal la causa de ese potencial peligro y porque los animales medianos o grandes tienen que correr. Un animal sin ninguna patología tiene que hacer ejercicio. Pasearlo en un carrito al único al que le hace tremenda ilusión es al dueño. Dicen: “No, es que ya se ha acostumbrado”, pero eso no quiere decir que sea bueno para él.
Bañarlos a menudo, perfumarlos, impedirles revolcarse... ¿El exceso de limpieza no les deja ser perros?
Un exceso de baños no es recomendable. Nosotros estamos habituados a ducharnos con frecuencia, pero si lavamos a los perros con frecuencia les vamos a quitar parte de la protección natural. Aconsejo un baño cada quince días como mucho.
¿Qué le parece que no se les deje coger ni un triste palo del suelo?
Lo de no coger objetos del suelo ahí ya ojo porque hay mucho desaprensivo y se abandonan productos que pudieran ser tóxicos para él. En alguna ocasión lo hemos vivido inclusive con un cierto carácter casi casi delictivo con clavos metidos dentro de determinadas cosas o venenos. Entonces, creo que es una actitud responsable no dejar que el animal coja cualquier cosa en prevención de su integridad.
¿Se les sobreprotege o impide acercarse a otros perros por miedo a que se puedan hacer daño?
Cada uno conoce a su perro y sabe cuál es su comportamiento frente a terceros. Hay perros que efectivamente socializan entre ellos, sobre todo si están viviendo en un barrio donde habitualmente coinciden, pero también hay animales de razas pequeñas que son un poquito pendencieros, Cada uno sabe cómo es su animal y tiene que cuidarlo.
“Un animal sin ninguna patología tiene que hacer ejercicio. Pasearlo en carrito solo le hace ilusión al dueño”
A veces el conflicto se produce con personas en vez de con animales.
Está uno paseando con su animal y hay gente irresponsable a la que le parece bonito y se acerca, él o su hijo o hija, a acariciarlo. Lo primero que hay que hacer es preguntar: “¿Lo puedo tocar?”. Y lo mismo si nos cruzamos con otro perro: “No, es hembra y está en celo” y, en función de eso actuar. No recomendaría hacerlo sin tener esa información .
Hay perros con perfiles en redes sociales. ¿Hacerles posar para sacarles fotos y vídeos les estresa?
Hay actitudes aprendidas por el animal por la lógica convivencia en el ámbito doméstico a las que no les veo ningún problema, pero ¿dónde está el límite? Obligar a los animales a hacer determinados comportamientos que no son propios de su especie les provoca estrés y, en un momento determinado, maltrato.
¿Es habitual que les den comida para humanos o chucherías?
Es demasiado frecuente y les provoca patologías digestivas, en algunos casos graves. Hay que recordar que el perro y el gato son animales carnívoros y nosotros somos omnívoros. El perro no es como el cerdo de la casa al que se le da cualquier alimento que sobra. El perro o el gato tienen que comer su comida y no los restos de la nuestra. Y ojo con el dulce. “Es que le gusta”. Sí, claro, pero le produce un montón de patologías e incluso podemos llegar a provocarle diabetes.
¿Que se suban al sofá o los muebles puede causar problemas?
Si está bien cuidado, yo entiendo que no. También depende de la mascota. No es lo mismo tener un caniche o un bichón maltés que tener un mastín. Competir por el sofá con uno u otro es diferente. La raza pequeña va a estar mucho mejor adaptada porque está habituada al ámbito doméstivo. Meter a uno de raza más grande en un piso pequeño es más complicado y no estaremos cuidando las necesidades del propio animal.