Alrededor de un millar de hombres condenados por violencia machista, 964, asistieron el pasado año en Euskadi a programas alternativos a prisión. Así lo ha dado a conocer ayer el departamento de Igualdad, Justicia y Políticas sociales dirigido por la consejera Nerea Melgosa, que ha recibido como anfitriona a miembros de la Confederation of European Probation (CEP). 

Un organismo que promueve la inclusión social de las personas penadas mediante sanciones comunitarias y que en la reunión mantenida en Bilbao ha tratado, en concreto, sobre la violencia machista.

En ese marco Melgosa se ha referido a los programas que ofrece Euskadi en estos casos, denominados Gakoa y Aldatuz. Del total de 751 asistentes a estos programas, 371 se acogieron a Gakoa, que está destinado a hombres condenados a penas de prisión por violencia machista, que se suspenden a cambio de asistir a las sesiones, siempre que se trate del primer delito y la pena no supere los dos años de cárcel.

El resto de hombres, un total de 378 participaron en Aldatuz, dedicado a condenados con penas de trabajo en beneficio de la comunidad, también por violencia machista. Así las cosas, la consejera ha destacado los fructíferos resultados de estos programas. Y es que mientras la tasa de reincidencia de los agresores machistas se sitúa en el 20%, en el caso de los vascos que han asistido a alguno de los programas puestos en marcha por el Gobierno vasco la cifra se reduce a menos de la mitad con una tasa de un 8%. 

En concreto, en 2023 se han desarrollado 977 planes de intervención alternativos a la prisión a un total de 964 personas con delitos por violencia de género, de los que 180 son en Araba, 468 en Bizkaia y 316 en Gipuzkoa. Así, según se puede desprender de las cifras, la mayoría de los condenados por violencia de género son hombres de 40 a 50 años, con un total de 285, seguido muy de cerca por los varones de entre 31 y 40 años con 259 condenados. La cifra se reduce a la mitad con los condenados de entre 51 y 60 años y por último, en cuanto a los más jóvenes, la cifra es de otros 143. 

En 2023, se contabilizaron 1.149 delitos de violencia de género, de los que casi cuatro de cada diez fueron maltrato, 471, el 17% de los casos fueron amenazas, el 9,82% coacciones (117), el 9,56% quebrantamiento de condena, el 7,21% violencia de género habitual (86), el 6,54% lesiones (78), el 4,53% injurias (54) y el 2,27% torturas y otros delitos contra la integridad moral (27).

Masculinidad tóxica

En el encuentro han participado ocho expertos, entre ellos Endika Biota, responsable del Instituto de Reintegración Social de Euskadi (Irse), que gestiona el Servicio de Gestión de Penas dependiente del departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales. Los otros expertos proceden de Gran Bretaña, Dinamarca, Portugal, Malta, Letonia, Macedonia del Norte e Irlanda. La croata Jana Spero, secretaria general de la CEP, presidió la reunión y explicó que se trata de compartir prácticas y experiencias entre diferentes países y profesionales, y promover la cooperación europea. 

Por su parte, Biota ha explicado los programas para casos de violencia machista que se trabajan en Euskadi, el psicoeducativo Aldatuz y terapéutico Gakoa. Según ha detallado, cada uno tiene su marco jurídico, pero lo que ambos buscan es que “los hombres tomen contacto con su masculinidad tóxica y contribuyan a los cambios necesarios para evitarla”, ya que, “al fin y al cabo, los destinatarios principales de estos programas son sus parejas y las parejas que tendrán en el futuro”. 

El representante vasco en la CEP ha señalado que se está “en un momento de cambio en el sistema jurídico en Euskal Herria”. “Y estamos seguros de que la CEP va a tener un papel importante en este nuevo camino”, ha zanjado.