Las familias temen que el acuerdo logrado en la concertada sea un parche

No obstante, ese alivio en las familias aseguraron ayer martes que es pasajero. En este sentido, temen que el fin del conflicto, alcanzado de madrugada y sobre la bocina, con los sindicatos –a excepción de LAB– se repita el próximo año.

En un comunicado muy crítico con la actuación de la partes en este conflicto por la renovación del convenio de los centros de iniciativa social de la enseñanza concertada, Ampas Unidas –que el pasado sábado salieron a las calles para pedir el fin de las huelgas– lamentaron que se hayan tenido que convocar trece jornadas de huelga este curso para que “por fin las partes lleguen a un acuerdo” que permita la desconvocatoria de los cinco días de paro que estaban anunciados para este mes, el primero ayer mismo.

Lógicamente, las familias mostraron su alegría por ello, pero señalaron que el hecho de concluir la vigencia del pacto alcanzado la madrugada de martes el próximo 31 de diciembre, “hace temer que esta situación pueda producirse nuevamente y en 2025 nos veamos otra vez con la pancarta y en la calle defendiendo a ese alumnado que ha sido el gran olvidado de este conflicto”. Para estas familias, “el contenido vago del acuerdo sirve para poner el parche al pinchazo. Pero analizándolo –advirtieron– vemos que esto no va a acabar y que el conflicto se reactivará”.

Un conflicto sindical

Como ya afirmaran el pasado sábado, Ampas Unidas insisten en que el conflicto en la concertada, además de ser laboral, es “un conflicto sindical. Es una lucha por la hegemonía sindical”, afirmaron. “Ese ego, esa ansia por ser el sindicato más fuerte les ha llevado a que les den igual los daños colaterales, que en este caso son nuestras hijas e hijos y su educación”, señalaron la organización de padres y madres, sin citar de forma expresa a ELA, sindicato mayoritario en el sector.

Estas familias también criticaron el proceder de Kristau Eskola, patronal mayoritaria en los centros de iniciativa social, al considerar que ha demostrado que “cuando se quiere se puede, lo que ratifica su dejadez durante este tiempo”.

Según indicaron, “su desidia ha forzado tanto la situación, ha estirado tanto la cuerda desde 2021, cuando el convenio finalizó, que nos han llevado a un conflicto laboral con 13 días de huelga”.

Ampas Unidas también censuró el proceder de la consejería de Educación, al que tacharon del “gran ausente, el consentidor de la situación”, permitiendo “la vulneración de un derecho fundamental”. “Es por ello por lo que queremos decirle al señor consejero que no haga dejadez de funciones y que cumpla con su obligación de ser el garante de los derechos de los ciudadanos para que esto no se repita”.

Sin embargo, desde el Gobierno vasco rechazaron ayer martes que hubieran estado ausentes en este conflicto. El portavoz del Ejecutivo, Bingen Zupiria, recordó que el papel que le ha correspondido a la institución es el de mediador, ya que se trata de un conflicto laboral.

Por último, la principal patronal de la enseñanza concertada vasca, Kristau Eskola, valoró que “todas las propuestas de acercamiento” en este conflicto se han presentado por su parte.

La directora de esta entidad, María Eugenia Iparragirre, criticó en una entrevista en Radio Euskadi la “actitud” de las centrales sindicales durante la negociación de este conflicto y afirmó que “es muy fácil escribir una carta a los Reyes Magos y desde ahí, ir bajando”.