El Gobierno vasco ha actualizado la normativa que regula los requisitos, características técnicas y sistemas para el control e inspección de las máquinas de juego, con el fin de mejorar el control sobre los mismos y garantizar la "transparencia" en su funcionamiento.

El Boletín Oficial de País Vasco (BOPV) ha publicado este viernes la orden del vicelehendakari primero y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, que recoge esta regulación.

A través de esta orden se establecen los requisitos y características técnicas de las máquinas de juego, sus condiciones de interconexión y los sistemas necesarios para su control e inspección.

Esta nueva normativa responde a la necesidad de actualización de ciertos parámetros para los modelos homologados de máquinas tipo 'B' y 'C' --conocidas como tragaperras-- y sus sistemas de juego, tras la modificación, en 2022, del Reglamento General del Juego de Euskadi.

MONITORIZACIÓN

La orden aborda la velocidad, el porcentaje de devolución de los premios, el premio máximo establecido por juego y los ciclos de partidas consecutivas que se pueden llevar a cabo. Además, establece especificaciones técnicas para mejorar la monitorización de estas máquinas y garantizar unas reglas de juego comprensibles para las personas que deseen jugar.

En relación con las máquinas 'multipuesto', que permiten la participación independiente o simultanea de dos o más jugadores, el documento detalla el funcionamiento y la gestión de los juegos, y los premios comunes en los expedientes de homologación, además de las especificaciones técnicas de sus sistemas de interconexión, tanto internos como externos.

Con un total de 11.777 máquinas de juego en Euskadi (6.953 en hostelería, 2.595 en salones de juego, 2.061 de apuestas, 94 en bingos, 53 en casinos y 21 de apuestas hípicas), la implementación de esta nueva orden pretende "avanzar hacia una mayor transparencia en la experiencia de la persona jugadora".

Asimismo, se trata de proporcionar a quienes quieran jugar información detallada sobre el juego y los premios potenciales, además de "establecer límites precisos para garantizar una práctica de juego responsable".