Un modelo de cuidados “propio, público y comunitario, alejado de un sistema tradicional que delega la responsabilidad del cuidado a las familias y, en particular, a las mujeres”. Es el modelo por el que abogó ayer miércoles el lehendakari, Iñigo Urkullu, en la inauguración en Tabakalera, Donostia, del congreso Avanzando hacia un pacto vasco por los cuidados.

Las jornadas que arrancaron con las reivindicaciones de un grupo de integrantes del movimiento feminista, que reclamaron “No hacer negocio con los cuidados” (Zaintzarekin negoziorik ez), contó con la presencia de la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Nerea Melgosa; la diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza; y el alcalde de Donostia, Eneko Goia.

Con el objetivo de transformar el trabajo de cuidados en “un motor de igualdad y cohesión social”, el lehendakari destacó “la necesidad de revalorizar este trabajo y garantizar el derecho a los cuidados”. 

En este sentido, subrayó los “esfuerzos” de Euskadi en la promoción del Pacto Vasco por los Cuidados, basado en las premisas de la Alianza Global por los Cuidados de ONU Mujeres, entre las que destacan la reorganización del sistema de cuidados, la reducción de la desigualdad de género, la implementación de un enfoque basado en los derechos humanos y la promoción de la corresponsabilidad.

Y es que los cuidados “siguen expresando y reproduciendo la desigualdad entre hombres y mujeres y las diferencias según el origen” por lo que insistió en que el objetivo del Gobierno vasco es “revertir esa situación porque este trabajo puede constituir también un factor de igualdad y cohesión social”. En este sentido aludió a las cinco R que menciona la Organización Internacional del Trabajo sobre el trabajo de los cuidados, que ha de ser reconocido, dignamente remunerado, debe reducirse el peso del cuidado familiar frente a la gestión pública, redistribuirse de forma igualitaria entre hombres y mujeres y los trabajadores deben estar “representados” y participar en las políticas públicas.

Urkullu puso en valor “la colaboración entre las instituciones, el sector público y el social para lograr un sistema de cuidados eficaz y equitativo”, y recordó que “es fundamental que todas las partes involucradas se comprometan a continuar con la inversión y la innovación en este sector, garantizando que los cuidados sean accesibles y de calidad para todos los ciudadanos, independientemente de su género, origen u otra condición”.

Así las cosas, recordó que Euskadi “lleva tiempo inmerso en la transición de un modelo” que atribuye la responsabilidad del cuidado a las familias y, en concreto, a las mujeres, a otro “que combina el liderazgo y la responsabilidad publica y la cooperación con los demás sectores con prevalencia de la iniciativa social”.

En este contexto incluyó el aumento del gasto en el Sistema Vasco de Servicios Sociales y remarcó que desde 2008 cuando se aprobó la Ley de Servicios Sociales “se ha doblado la inversión pública anual en las seis prestaciones económicas y los 38 servicios del catálogo de servicios”. Destacó asimismo que el objetivo es invertir 1.500 millones de euros en 2025, ya que el lehendakari aseguró que “tenemos claro el camino. Aprovechemos la oportunidad que tenemos por delante para acordar y construir entre todos el Pacto Vasco por los Cuidados”.

Atención comunitaria

El congreso, que según apuntó el Gobierno vasco pretende ser un foro de puesta en común de experiencias, reflexión y debate para transitar hacia un modelo de organización de los cuidados desde un liderazgo público y una atención comunitaria, abordó temas como los retos de los cuidados de larga duración en Europa, o cómo avanzar hacia un modelo de cuidados más personalizado y comunitario. Hoy será el turno de ponencias como Cuidar y recibir cuidados con derechos, en libertad e igualdad. Bases para un acuerdo por los cuidados en Euskadi. Abrirá la segunda y última jornada la consejera de Igualdad Nerea Melgosa, donde se escuchará a personas cuidadoras, familiares, profesionales, y personas cuidadas que tratarán la cuestión de los cuidados desde miradas diversas.

Asimismo, los expertos abordarán en Donostia los retos para un cambio de modelo futuro: Las claves de un modelo tradicional que profundiza en las desigualdades, en el que se preguntarán cómo desfamilizar y desfeminizar el trabajo de cuidados, y cómo garantizar la calidad y promover la evaluación e innovación.