Cabreo, indignación y mucho enfado. Así se sienten cientos de opositores que acudieron el domingo a la multitudinaria OPE de Osakidetza en Bilbao.

El motivo no fue otro que la falta de previsión para habilitar más baños debido al volumen de gente que ese fin de semana acudió al BEC, en torno a 80.000 personas.

Un examen muy importante al que la mayoría le ha dedicado muchas horas y muchos meses a estudiar y a prepararlo.

DNA se ha puesto en contacto con varias enfermeras de Gasteiz que acudieron a la prueba del domingo y el cabreo es monumental.

"No nos trataron como personas. Fue increíble lo que vivimos antes de entrar a la OPE, fue vejatorio", explican los sanitarios que se presentaban al examen de las nueve de la mañana.

El grave problema se produjo en los baños, cuando empezaron a formarse colas que superaban las 50 personas.

"Hubo gente que estuvo más de media hora para ir al baño, y fue imposible. El examen iba a empezar y cerraban las puertas", comenta muy enfadada una enfermera de Vitoria.

Tal y como relata, la gente empezó a ponerse muy nerviosa y pidieron a los de seguridad que habilitaran los baños de la primera planta, pero no hubo manera. Les dijeron que era imposible y que "se apañaran como pudieran, que no era su problema".

Lo que obligó a que muchas de las enfermeras entraran a un examen de más de tres horas sin haber ido antes al baño, una situación muy incómoda y que provocó cientos de críticas entre los opositores.

"Pagamos cada uno una media de 20 euros por la OPE, nos presentamos 80.000 personas y ¿hay cuatro baños para todos? Ha sido completamente indignante", denuncian los trabajadores de Osakidetza que acudieron al examen y que reiteran que "en la primera planta había baños vacíos".