APOYAR y acompañar a las personas más vulnerables de la sociedad es el objetivo fundamental de Sortarazi, que desde hace más de treinta años desarrolla su labor en Bilbao, Getxo, Leioa y Erandio. En este tiempo, han respaldado a centenares de personas que han tenido en sus programas un cobijo para intentar salir de su situación de riesgo de exclusión social. “Sortarazi surgió en 1991 de un grupo de jóvenes que veníamos al barrio de San Francisco a hacer voluntariado de la pastoral de los claretianos y del colegio Askartza Claret. Hacíamos actividades de ocio y tiempo libre con menores”, cuenta Itxaso Urcelay, coordinadora de la entidad, que asegura que su misión fue evolucionando al comprobar que “había muchas necesidades formativas de estos menores y además también se vieron otras necesidades de personas sin hogar que había en el entorno”. Por ello, las guías sobre las que se asienta Sortarazi son: la inclusión social, el empleo y la formación, el acompañamiento social y la innovación social.

Esa apuesta por la formación se ha ido vertebrando a través de programas como Incorpora. “Es un programa de intermediación laboral y formación de Lanbide que tenemos en Leioa. Hay formaciones tanto de competencias como de certificados de profesionalidad”, explica Erika Maestre, integradora social de la entidad. En la misma localidad también está en marcha el programa “Hazia, de acompañamiento social a familias de Leioa, Erandio y Getxo”. Además, allí también se gestiona el reparto de alimentos procedentes del Banco de Alimentos de Bizkaia y de la Unión Europea. Otra de las iniciativas es Ibili-Maakom que respalda “a jóvenes en riesgo de exclusión social en un itinerario de inserción social y laboral”.

En Getxo están en marcha propuestas como Antxeta e Itsasbegi “conveniado con el Ayuntamiento” de la localidad. Además, disponen del albergue municipal como recurso residencial y el centro de día Café calor. Otro de los centros de día es Itzalaberri en Bilbao. “Es un servicio de baja exigencia y uso temporal que atiende a personas en riesgo de exclusión social o en exclusión social sin diagnosticar. Se les ofrece apoyo en sus necesidades básicas en cuanto a higiene, manutención, consigna...”, desgrana Asier Fernández, educador del centro, quien subraya que también realizan “un acompañamiento en un proceso de inclusión sociolaboral”.

No hay un perfil definido de a quién atiende Sortarazi, porque cada proyecto está dirigido a un colectivo concreto. De hecho, cada persona es única y cada una de ellas vive un proceso “individualizado”. Por eso, Fernández destaca que su centro se presta un servicio “primario. Muchas de las personas con las que trabajamos en Itzalaberri no tienen empadronamiento o pasaporte. Obtener esa documentación lleva un tiempo y una vez que tienen un padrón pueden acceder a formación”. La posibilidad de formarse les abre también las puertas de otros recursos y por eso es tan importante el “trabajo en red” para poder guiar el camino para salir de la exclusión social. “En Bilbao no tenemos recursos residenciales, aunque sí contamos con un piso en Leioa y otro en Gorliz, y este centro es la primera etapa. Después, pueden acceder a recursos de otras entidades que trabajan en el entorno”, comenta Maestre.

La relación con la comunidad en la que se ubican también un eje tractor de Sortarazi porque consideran que ofrece la posibilidad “de relacionarte en un entorno más lúdico” y con miras de futuro.

Sortarazi

Exclusión

Trabajo en red. Sortarazi comenzó en 1991 para dar respuesta a las necesidades sociales que se detectaron en el barrio de San Francisco de Bilbao.

Sedes

Cuatro. La entidad cuenta con programas activos en Bilbao, Getxo, Leioa y Erandio.

Individualidad

Personas. Una vez es atendida la persona en Sortarazi, sigue un proceso “individualizado” que responda a la situación personal de cada uno de los usuarios.