Euskadi ha superado la cifra de 400.000 vascos (exactamente 441.816) vacunados con la cuarta dosis (segunda de refuerzo) contra el covid-19 y eso se nota en la presión hospitalaria, que no se encontraba a niveles tan bajos desde hace casi año y medio. Y es que aunque todos los indicadores que miden la evolución de la pandemia siguen mejorando, es notable el retroceso del número de pacientes ingresados, que se redujo a 83 el domingo, la cifra más baja desde mediados de octubre de 2021. Pero es que el viernes, día 20, todavía hubo menos hospitalizados, un total de 78.

La inoculación masiva es clave para aliviar los hospitales ya que, a pesar de la eficacia de las vacunas anteriores, la inmunidad decae con el paso de los meses, por lo que es conveniente estas inyecciones extras para entrenar al sistema inmunitario y que un nuevo contagio no implique ingresos. De hecho, en los últimos siete días, se ha inoculado esta nueva dosis a 16.614 personas, la mayor parte de ellos menores de 60 años, según los datos de Salud.

Porque la inmunización ha supuesto un cambio en el curso de la pandemia, un antes y un después en la disminución, sobre todo, de los casos graves. Por eso también está bajando el número de víctimas mortales a causa del SARS-Cov-2, en concreto se contabilizaron cinco en los últimos siete días, la mitad de los fallecimientos que se produjeron en la semana precedente, según el último boletín epidemiológico del Departamento de Salud que incluye datos entre el 16 y el 22 de enero.

De los 83 pacientes que permanecían ayer lunes ingresados, siete estaban en estado muy grave. Hace una semana eran 103 los hospitalizados, y de ellos nueve precisaban atención en las Unidades de Críticos.

Asimismo continúa bajando la incidencia acumulada en 14 días por cada 100.000 habitantes, que el domingo estaba en 34 casos, alrededor de 12 menos que el 15 de enero, con lo que este indicador se mantiene, al igual que la semana pasada, en los valores más bajos desde mediados de julio de 2020, el primer verano de la pandemia. La transmisión es algo más alta en Bizkaia (39) que en Araba (30) y Gipuzkoa (27).

Por grupos de edad, la incidencia acumulada alcanza los 210 casos en los mayores de 90 años, los 119 casos en el colectivo de entre 80 y 89 años. En el resto de colectivos, la incidencia se sitúa muy por debajo de 100. Y, por ejemplo, en los veinteañeros, la tasa es de 12, en la población de 10 a 19 años de 5, y entre los menores de diez años se sitúa en 4.

Como ya es conocido, en los centros de salud la incidencia de la gripe es mucho más habitual que el covid porque también el número de infecciones dibuja una curva en caída libre con una media de 39 casos al día. Así, el domingo 15 de enero se detectaron 21 contagios y la tasa de positividad fue del 2%, mientras que el día 22 los positivos fueron 13 y la tasa del 1,2 %. Además, el porcentaje de positivos semanales ha bajado del 4,5% al 3%.

Los datos son esperanzadores porque el número reproductivo básico (R0), el que indica a cuántas personas puede infectar un enfermo con el covid, se encuentra en 0,75, más bajo que hace una semana cuando estaba en 0,96. Este valor ha descendido en los tres territorios.

Los datos

8.408 muertes desde 2020. Desde que comenzó la crisis sanitaria, el covid se ha cobrado en Euskadi la vida de 8.408 personas por esta enfermedad (cinco la última semana). De estas defunciones, 7.986 corresponden a mayores de 60 años.

273 contagios

Mejora. Entre el 16 y el 22 de enero mejoraron todos los indicadores de la pandemia. En concreto, se contabiliza 273 positivos semanales, 213 menos que la semana anterior, con una tasa de positividad del 3% en relación a las 9.015 pruebas diagnósticas realizadas.