La crisis sin precedentes abierta en la OSI de Donostialdea, en cuya dirección solo hay un puesto ocupado, el de Dirección de Enfermería, tras dos ceses y cuatro dimisiones, sigue generando titulares. Esta vez han sido una treintena de jefes de servicio de la OSI Donostialdea los que han firmado una carta, publicada en un medio de comunicación, donde reclaman el cese de la dirección de Osakidetza y tildan los despidos de la dirección del HUD -el viernes se destituyó primero a la gerente y luego a la directora médica- de un signo "de torpeza inaudita, una muestra de sectarismo e incompetencia que desmotiva". Por ello, exigen a la consejera Gotzone Sagardui que "cese de inmediato" a todos los cargos de la Dirección Central de Osakidetza "si no quiere ser cómplice y corresponsable última de este despropósito".

En su escrito, los profesionales lamentan que la "total falta de escucha" a la plantilla, por parte de la dirección de Osakidetza está haciendo "perder efectividad en la prestación de servicios a la ciudadanía", en un momento que es "crítico", ya que a las secuelas de la pandemia se suman "la escasez de profesionales cualificados" debido a una "gestión de los recursos humanos anquilosada y poco atractiva para retener y atraer profesionales".

Para los 28 jefes de servicio del Hospital Donostia que firman la carta, Osakidetza está llevando a cabo una "política suicida", ya que ha optado por la centralización de la gestión y la selección de profesionales se lleva a cabo con criterios "absolutamente desfasados donde no prima ni el mérito ni el conocimiento adaptado a las necesidades". "A pesar de las reiteradas promesas de los sucesivos consejeros, se mantienen las OPE con un diseño obsoleto e inadecuado que no resuelve la cuestión, generando una situación en la que la mayoría de nuestros jóvenes profesionales, justo en su periodo profesional más productivo e importante a nivel formativo, se encuentran en posiciones de interinidad por periodos que alcanzan hasta los 20 años tras su incorporación real a la organización", se quejan.

A su vez, demandan que se pongan en marcha "las reformas necesarias que permitan afrontar con garantías el relevo generacional" al que se enfrenta Osakidetza y que afecta al 30% de la plantilla médica del Hospital Donostia en los próximos 5 años. "No es posible realizar ese cambio fundamental para mantener los estándares de calidad asistencial conseguidos sin dejar a las diferentes organizaciones integradas gestionar sus necesidades específicas de manera más racional", advierten, al tiempo que reclaman reformas legales que posibiliten la llevar a cabo los cambios necesarios. "No es aceptable que gobiernos con todo el apoyo parlamentario para legislar sean indiferentes a una situación que se va agravando año a año", censuran.

Precariedad laboral

Los jefes de servicio del Hospital Donostia lamentan que pese a que el sistema sanitario vasco ha destacado por la "excelencia" de sus sistemas de formación, el sistema no es ahora capaz de retener el talento joven y atraer talentos ajenos. En este sentido, recuerdan que desde hace años se planteó a Osakidetza la propuesta de implantar un postMIR específicamente vasco para adecuar la formación de los profesionales a las necesidades del sistema. Sin embargo, el plan fue "inexplicablemente postergado y olvidado" por los dirigentes de Salud. "Solo la indiferencia y la falta de comprensión profunda de lo que debe ser un sistema sanitario público moderno y eficaz puede justificar la desidia de no implantarlo", señalan los profesionales, que recuerdan que esta situación coloca a Osakidetza por detrás de otros sistemas sanitarios españoles que sí lo están haciendo.

Lamentan que la organización vive "anclada en un pasado muy borroso y lejano", y como muestra de ello explican que los periodos de formación o de trabajo efectivo en sistemas de salud públicos de otro país de la Unión Europea no son considerados a nivel curricular con la misma ponderación que los realizados en el Estado, lo que provoca que los profesionales que salieron buscando formación postespecializada o simplemente mejores condiciones laborales y que podrían regresar para acometer el rejuvenecimiento de las plantillas "deben pelear en los tribunales por el reconocimiento de sus derechos".

Estilo directivo vertical

A juicio de estos profesionales del Hospital Donostia, el cese de Pérez y Gurrutxaga refleja un "estilo directivo vertical", en el que los directivos de las organizaciones, una vez nombrados "van viendo recortadas sus capacidades de gestión en favor de una organización central cada vez más alejada de la realidad y de las necesidades". "Sentimos que Osakidetza lleva mucho tiempo sin escuchar no solo a los profesionales, sino ni siquiera a sus propios directivos, que a pie de obra vienen advirtiendo de lo incongruente de determinadas decisiones". En este sentido, recuerdan que tanto Pérez como Gurrutxaga lidiaron "con éxito" la crisis de la pandemia y han situado al Hospital Donostia en cabeza de los hospitales del sistema público en muchos parámetro. Por ello, entienden que sus despidos son "un signo de torpeza inaudita, una muestra de sectarismo e incompetencia", que además, "desmotiva a toda la organización que se ha dejado la piel para sostener el sistema en un momento muy delicado".

Gipuzkoa, perjudicada con respecto a otros territorios

Los profesionales del Hospital Donostia censuran que "Gipuzkoa ve menoscabada su adecuada dotación en personal en relación a la población a la que atiende y comparativamente a otros territorios" y dicen que en "prácticamente todos los servicios" de la OSI Donostialdea existe una "diferencia a la baja" en la cantidad de recursos humanos destinados, en comparación con OSIs de otros territorios por ratios de población. Estas diferencias llegan, en algunos casos, al 25% en algunos especialistas médicos.

En este sentido, censuran la "opacidad" con la que se manejan los datos, que "impide saber si existen aún mayores diferencias".

Más inversión

En definitiva, los firmantes exigen una mayor inversión, y que el dinero se gaste "con criterio técnico y equilibrio entre los territorios, de acuerdo a su población y necesidades". Y aquí recuerdan algunos de los conflictos que existen en Gipuzkoa, como la falta de un hospital en Tolosaldea, el "baile de decisiones" en trono al Hospital del Bidasoa, el encaje de Onkologikoa en la red de Osakidetza o la incapacidad de cubrir bajas en servicios fundamentales como la hospitalización a domicilio o las urgencias.

"En resumen, este estilo impositivo de funcionar de la actual dirección central de Osakidetza, que ya nos generaba inseguridad y perplejidad por sus erráticas decisiones, tras sus últimos pasos, nos genera además de rechazo por ineficacia, un enfado que se traslada a toda la organización, ya que como responsables de servicios nos resulta sencillamente imposible explicar a nuestros compañeros cosas que son inexplicables. Los profesionales perciben que no se escucha su opinión en los ámbitos de gestión y consideran agotadas las vías habituales de comunicación con la organización, que a su vez, en un gesto insólito, se atreve a castigar al mensajero en vez de dialogar", sentencian.

Por su parte, el Departamento de Salud ha informado este lunes de que realizará declaraciones a lo largo del día, tres días después de conocerse los ceses, "para aclarar informaciones publicadas sobre los ceses en la OSI Donostialdea".