En un contexto marcado por la transformación acelerada de los procesos productivos, la revolución digital y retos como el cambio climático o la crisis demográfica “el progreso pasa, más que nunca, por las personas”. Esta frase del consejero de Educación Jokin Bildarratz, resume la esencia del VI Plan Vasco de Formación Profesional aprobado por los principales actores socieconómicos del país, desde la patronal a los sindicatos y el mundo educativo. Se trata de una foto de consenso que raramente se suele dar en Euskadi si no es bajo el signo de la FP. Y hoy se ha vuelto a repetir. La hoja de ruta diseñada por el Departamento de Educación para los próximos tres años cuenta con una inversión de 513 millones de euros e incluye 15 áreas de intervención, 55 líneas de actuación y 297 acciones concretas.

Con este nuevo plan se da una vuelta de tuerca ‘5.0’, pero sobre la base de una “formación humanista”, a un modelo que los últimos años ha dado muestra de sus buenos resultados y donde la FP dual es la niña bonita, con una tasa de empleabilidad superior al 90%. A día de hoy, seis de cada diez nuevos puestos de trabajo en el sector privado vasco requieren de un título de Formación Profesional. Pero el nuevo plan aprobado, va a más allá, y potencia además las pasarelas entre la Formación Profesional y la Universidad, un maridaje formativo que se presenta como la combinación ganadora en una coyuntura laboral cada vez más exigente.

Según Bildarratz, la relación entre estos dos niveles y su fusión “pueden desarrollar y conseguir la formación necesaria para responder con garantía a las nuevas necesidades que requieran las personas y las empresas, definiendo nuevos perfiles profesionales de una mayor complejidad y con un alto nivel de cualificación”. Y es que, a su juicio, “ya no es suficiente con adquirir un buen nivel de competencias. La profesionalidad que va a ser necesaria requiere transformar la competencia profesional, en talento personal y profesional”. El consejero Bildarratz se refirió al impacto directo que la cuarta revolución industrial tendrá sobre el trabajo, cuestión que también aborda este plan. "Estamos definiendo cuáles van a ser los trabajos que se van a transformar, qué trabajos van a desaparecer y qué nuevos trabajos van a surgir. Por lo tanto, deberemos hablar de tareas sustituidas, de tareas complementadas, de ocupaciones modificadas y de nuevos trabajos", afirmó.

REACCIONES

Al término del Consejo Vasco de Formación Profesional (CVFP) el director general de Confebask, Eduardo Aretxaga, destacó que se trata de un documento que va a guiar a la FP de Euskadi durante estos próximos tres años y "va a dar continuidad a lo construido" en los cinco anteriores planes. Asimismo, Aretxaga destacó que el reto demográfico, junto a la falta de personas, "va a obligar" a mantener la formación profesional en Euskadi "como un referente en todo el Estado".

Por su parte, la secretaria general de CCOO Euskadi, Loli García, aplaudió la consecución de este acuerdo, al considerar que va a contribuir a la adquisición de competencias profesionales y de "valores de compromiso" de los alumnos. El máximo responsable de UGT Euskadi, Raúl Arza, puso en valor el acuerdo alcanzado y señaló que la FP es "una herramienta útil y necesaria" para que la sociedad pueda "anticiparse" a los retos que implican las transiciones digital, climática y social. Por su parte, el presidente de los centros de FP de iniciativa social de Euskadi (HETEL), Julen Elgeta, afirmó que el plan acordado es "ambicioso" y constituye un "reto" para los centros, que asumen una gran "responsabilidad" a la hora de desarrollar las medidas contempladas en él. Por parte de los centros de FP públicos (Ikaslan), Nora Morena, coincidió en calificar el plan como una herramienta "muy ambiciosa y motivadora".

Los objetivos generales del VI Plan Vasco de FP son los siguientes:

  1. Impulsar una nueva trasformación del Sistema Vasco de Formación Profesional mediante un modelo renovado, avanzado y disruptivo, que permita dar respuesta a los retos que plantea el avance y desarrollo de la Cuarta Revolución Industrial.
  2. Fortalecer las competencias de las personas que estudian Formación Profesional con el objetivo de que alcancen un alto de nivel de cualificación y se conviertan en los y las profesionales con talento que necesita nuestro tejido productivo.
  3. Promover la igualdad de género entre el alumnado que accede a las diferentes familias profesionales en la Formación Profesional.
  4. Fomentar y extender la transformación digital en todo el sistema de la FP
  5. Reforzar las redes colaborativas de centros de Formación Profesional, estableciendo nodos de red inteligentes.
  6. Fomentar la colaboración entre los centros de Formación Profesional y las empresas, facilitando el trabajo en red, el desarrollo de una formación flexible, el impulso de la innovación y la inteligencia aplicadas, y el avance hacia la transformación digital.
  7. Facilitar la adecuación y la modernización de las infraestructuras, así como de la organización de los centros de Formación Profesional, que les permita convertirse en organizaciones inteligentes 5.0, ser ágiles y garantizar las capacidades de reacción, anticipación y disrupción necesarias.
  8. Promover el uso responsable de las tecnologías digitales para evitar posibles brechas con el objetivo de reforzar la cohesión social.
  9. Favorecer el desarrollo sostenible en línea con la Agenda Basque Country 2030.
  10. Garantizar una Formación Profesional inclusiva, adaptada a las necesidades de las personas, con el fin de que obtengan la cualificación profesional necesaria que les permita un buen desarrollo personal y profesional.
  11. Establecer e impulsar las competencias y cualificaciones profesionales necesarias para que las personas puedan responder a la triple transición indicada en este plan: transición tecnológico-digital, transición energético-climática y transición social-sanitaria.