La pandemia de covid-19 se ha caracterizado por su baja infectividad en el mes de septiembre, durante el cual los contagios han seguido un nuevo patrón marcado por una baja carga viral que se elimina con rapidez, debido probablemente a la suma de la vacunación y contactos previos con el virus.

Así lo han constatado investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) en la última actualización de datos sobre infectividad covid en septiembre de 2022 del Observatorio Complutense ANTICIPA-COVID19 de Infecciones Emergentes.

Según sus cálculos, la infectividad se ha mantenido en las semanas prospectadas de septiembre en torno a 800-1000 casos positivos a 14 días por cada 100.000 habitantes, cuando en el pico detectado en julio se superaron los 5.400.

Entre los nuevos positivos, el informe destaca la elevada proporción, de en torno al 60%, de casos con una baja carga viral que desaparece en muy pocos días y que "podrían reflejar infecciones transitorias de baja intensidad y duración, que son rápidamente resueltas por personas con un nivel de protección inmunitario alto, consecuencia de vacunas e infecciones previas".

No obstante, precisan que deberá investigarse hasta qué punto estas infecciones de baja intensidad y posible carácter muy transitorio pueden mantener la presencia de diferentes variantes virales en la población.

Dado que siguen apareciendo nuevas variantes, y ante la incertidumbre de que el estado actual de inmunidad de la población siga protegiendo contra ellas, los expertos recomiendan mantener la vigilancia en lo que se refiere a la adecuada ventilación de los espacios públicos y el uso de mascarillas en situaciones de alta densidad de ocupación de espacios cerrados.

El Observatorio Complutense ANTICIPA-COVID19 de Infecciones Emergentes forma parte de una de las líneas de ANTICIPA-UCM, y aporta datos a tiempo real gracias al sistema COVID-LOT de prospección de infectividad viral que se ha venido desarrollando en la comunidad universitaria.

Recientemente, se han incorporado también muestras tomadas de niños menores de 3 años y de sus educadoras en una escuela infantil con el objetivo de conocer la situación infecciosa en una población sin vacunar en un entorno educativo donde se desconoce si el SARS-CoV-2 puede circular.