Un total de 4.500 migrantes en tránsito utilizaron los recursos habilitados por el Gobierno vasco en Irun para su atención durante este año y hasta el 19 de julio, según informó ayer jueves el director de Migraciones y Asilo del Gobierno vasco, Xabier Legarreta, que denunció que “el control racista” de la Policía francesa en la frontera supone “la mayor dificultad” que se tiene en Euskadi para atender este fenómeno migratorio.

“Son controles selectivos y racistas, que lo que provocan es que las personas que quieren cruzar la muga utilicen rutas menos seguras, arriesguen más su vida, y en ocasiones nos encontramos con fallecidos”, al intentar cruzar por el río Bidasoa.

Otra consecuencia, según Legarreta, es que “esos controles racistas lo que hacen es fomentar mafias que hacen negocio”. “El Gobierno español es consciente de ello”, añadió.

En una entrevista concedida a Radio Euskadi, Legarreta explicó que, desde el año 2018, Euskadi “vive en primera persona” las consecuencias del fenómeno migratorio en tránsito, que “es relativamente nuevo” y que ha conllevado “unos flujos de llegada importantes”.

El director de Migraciones y Asilo indicó que esto ha provocado que las administraciones vascas, “a pesar de no tener competencia, hayan tenido que reaccionar y afrontar una respuesta humanitaria adecuada y digna a todas las personas que llegaban a Irun”, pasando la frontera.

A día de hoy, dijo que este año, hasta agosto, unas 4.500 personas han podido utilizar esos recursos dirigidos a las personas migrantes en tránsito. Hay diversidad en su utilización: “unos usan este recurso solo para cargar los móviles y otros pasan una noche”, detalló.

También señaló que mantienen relaciones con algunas asociaciones de acogida al otro lado de la fronteras que ayudan a identificar a personas que han fallecido en los últimos dos años en el río Bidasoa y a contactar con familiares en origen.

En cuanto a la reforma del Reglamento de Extranjería recientemente aprobada por el Gobierno español, un decreto que flexibiliza trámites para conceder autorizaciones de trabajo, el director de Inmigración y Asilo indicó que era necesario, y que se ha dado “un pasito hacia delante”. No obstante, Legarreta cree que se siguen necesitando “más avances”, como una mejoría en la burocracia.