Agentes de la Policía Municipal de Gasteiz, tanto uniformados como de paisano, durante las fiestas de La Blanca que comenzaron ayer jueves, con el fin de dar una vigilarán las zonas de mayor afluencia “rápida respuesta” en caso de producirse agresiones sexuales o pinchazos, según informó el comisario de la Policía Local de la capital alavesa, Roberto García Tobalina. En declaraciones a Radio Euskadi, García Tobalina indicó que este año de “vuelta a la normalidad” se espera que, como en años anteriores a la pandemia, “vuelva a haber mucha gente concentrada” en la plaza de la Virgen Blanca en la bajada de Celedón, por lo que se desplegará un dispositivo “para asegurar la seguridad de las personas asistentes” y también para “evitar que se introduzcan vidrios en la plaza”.

Sobre las agresiones sexuales y, en particular, los pinchazos a mujeres denunciados en las últimas semanas, afirmó que, además de los robos con violencia, las agresiones sexuales y la violencia machista en general, “están muy presentes en las labores preventivas que va a realizar Policía Local y también la Ertzaintza, para tratar de evitarlas en la medida de lo posible”.

Dentro de este conjunto de medidas, apuntó que “también está el evitar la situación de los pinchazos que están sufriendo determinadas mujeres y también algunos varones pues durante la noche cuando están disfrutando de la fiesta”. En ese sentido, explicó que el dispositivo policial para las fiestas incluye “diferencias en las zonas de mayor afluencia, con patrullas uniformadas y de paisano” con el objetivo de “intentar tener presencia para que, en caso de que ocurra alguno de estos sucesos, podamos darle una rápida respuesta y, en su caso, pues poder atrapar a las personas o personas que hayan cometido el presunto delito”.

Además, manifestó que, durante las primeras horas del día, entre las cinco y las siete de mañana, habrá un dispositivo conjunto para vigilar las zonas por donde la gente vuelve a su casa y que están un poco solitarias, para evitar que en estas zonas se puedan ver este tipo de sucesos o agresiones”.

LAS VÍCTIMAS ALZAN LA VOZ

Las ocho denuncias de pinchazos durante los Sanfermines y las 12 que desde finales de julio investiga la Ertzaintza han encendido las alarmas ante una posible ola de casos de sumisión química. Pero, ¿lo son? ¿Se han puesto de moda? ¿Es para algunos una forma de diversión? Sin restar importancia a los casos que se han ido conociendo en todo el Estado, lo cierto es que, de todos ellos, muy pocos han sido denunciados ante las fuerzas de seguridad o la Justicia y, de estos, en solo uno. El único caso en el que las pruebas posteriores al supuesto pinchazo han arrojado un resultado positivo en sustancias tóxicas (MDMA) en todo el Estado es el de una menor de 13 años que denunció los hechos, ocurridos en las fiestas del barrio gijonés de Montevil.

El caso se encuentra bajo investigación de la Policía Nacional, que centra las sospechas en un hombre de unos 45 años que pudo ser visto por varios testigos y la víctima cuando le pinchó a la altura del gemelo.

Otras víctimas, algunas de las cuales han presentado sus respectivas denuncias, han alzado la voz en redes sociales, donde han relatado el momento en el que sintieron un pinchazo cuando se encontraban en locales o recintos de ocio a lo largo y ancho del país.

“De repente, mi amiga me agarra fuerte del brazo y dice que le han pinchado. Se gira y consigue ver a un chico con una jeringuilla en la mano y salimos corriendo de allí...”. Así narra Cristina la supuesta agresión que sufrió su amiga en una discoteca del Puerto de Santa María, en Cádiz. Su experiencia, resumida en un hilo de Twitter, ha causado miles de reacciones contra este fenómeno, y su testimonio ya contabiliza más de 25.000 me gusta.

Detalle

Qué hacer ante un pinchazo. Las instituciones vascas han actualizado la ‘Guía para impulsar procesos locales de prevención de la violencia machista durante las fiestas’, por la creciente preocupación ante los pinchazos y posibles agresiones con sumisión química. El primer paso en caso de sentir un pinchazo es llamar al 112. La víctima no debe quedarse sola y si siente que su estado de conciencia se ve alterado, debe ser conducida a un centro de salud, además de interponer la pertinente denuncia.