El desmantelamiento de la central nuclear José Cabrera, ubicada en Almonacid de Zorita (Guadalajara) está llegando a su fin con la demolición del último de los grandes edificios de la instalación, el antiguo edificio de turbina, reconvertido en Edificio Auxiliar de Desmantelamiento (EAD). Las obras de demolición han comenzado hace unos días y está previsto que concluyan a finales del mes de junio, según ha explicado este viernes el director del desmantelamiento de la central nuclear José Cabrera, Manuel Ondaro del Pino, durante una visita con medios de comunicación.

"Actualmente están trabajando 138 personas en estas labores, de las cuales el 65% son del entorno de la provincia de Guadalajara, de 25 empresas diferentes", ha señalado Ondaro quien ha apuntado que las labores de desmantelamiento de la central están a un 97 por ciento. Para la ejecución de estos trabajos de demolición del antiguo edificio de turbina, se emplea maquinaria de gran tonelaje, plataformas elevadoras y equipos de picado y corte, entre otros. El edificio, de una altura de 30 metros, está fabricado, principalmente, con estructuras de hormigón armado en las que estuvieron apoyadas las turbinas de alta y de baja tensión, el alternador y el condensador.

Se estima que la demolición total de este edificio generará, aproximadamente, 4.500 toneladas de materiales -entre escombros de construcción y demolición y elementos metálicos- que se sumarán a las 141.000 toneladas de materiales ya generadas en los doce años de trabajos de desmantelamiento, de las cuales el 86% son materiales convencionales y un 14% materiales radiactivos o con componente radiológico. El director técnico del desmantelamiento, José Campos, ha explicado previamente a la visita de la zona que el EAD de la central nuclear José Cabrera se acondicionó durante los primeros años del proyecto de desmantelamiento, dentro de la etapa de actividades preparatorias del mismo.

Para ello, se reconvirtió el antiguo edificio de turbina de la planta para ser el lugar en el que acondicionar los residuos radiactivos procedentes del desmantelamiento de las partes activas de la central. El EAD se dotó, entre otras dependencias, de talleres de descontaminación, equipos de ventilación, instalaciones para la transferencia de residuos y zonas de almacenamiento temporal para contenedores hasta su envío al centro de almacenamiento que Enresa opera en El Cabril (Córdoba).Desmontadas previamente a la demolición

Ahora todas esas instalaciones se han desmontado previamente a la demolición del edificio, que ha sido revisado previamente para extraer aquellas partes con posible carga radiactiva y garantizar que está "limpio" de radiación para ahora proceder a su demolición como un edificio convencional.

Con esta actuación finalizará la demolición de los grandes edificios existentes en la central. Después, se dará paso a la fase de restauración y vigilancia radiológica final del emplazamiento que conllevarán trabajos de excavaciones, caracterización del terreno y saneamiento de los mismos.

Tras esos trabajos, se procederá a realizar los correspondientes informes que remitirán al Consejo de Seguridad Nuclear para su aprobación previa necesaria de la declaración de clausura para la devolución de los terrenos a la empresa propietaria que, según Ondaro, podría producirse en 2024.