Transición ecológica, energías renovables, movilidad sostenible, despilfarro alimenticio, productos locales,... Decenas de palabras y expresiones renombradas que, sin embargo, siguen buscando padrinos y padrinosmadrinas para que demuestren cuáles son sus talentos para combatir la crisis climática mundial. Se trata de evolucionar hacia la ciudadanía ambiental, preocupada por las secuelas de sus acciones en los ecosistemas. No hay escuelas para aprender a serlo, pero sí actitudes que ayudan. Hasta 52 ha identificado el Gobierno vasco en su propósito de concienciar a la población.

Se trata de gestos y acciones enfocados a reorientar los hábitos cotidianos de la ciudadanía y lograr reducir la emisión de gases de efecto invernadero. Porque cada acción, por pequeña que sea -apagar luces y cerrar grifos, reciclar en casa, usar el transporte público o consumir menos carne, por ejemplo- es importante.

Lo decía el sábado Amaia Barredo (viceconsejera de Sostenibilidad Ambiental) en la estación Zazpikaleak-Casco Viejo durante la presentación del espacio que hasta el 28 de noviembre promoverá conductas responsables con el medio ambiente. “En la agenda del cambio climático cabemos todas y todos, y debemos participar de manera activa, porque necesitamos de mayor aceleración e intensidad, tanto el ámbito público como en las acciones individuales”, enfatizaba. No en vano, las regiones y entidades locales adoptan más del 80% de las medidas de mitigación y adaptación al cambio climático. Y Euskadi es una de las más activas en esa transición climática.

La exposición está compuesta por una gran ilustración de seis metros de largo que demuestra cómo las decisiones cotidianas de cada persona inciden en todo aquello que tiene que ver con el Pacto Verde (Green Deal) promovido por las instituciones europeas. La eficiencia energética, las energías renovables, la movilidad, el consumo de productos de cercanía y la economía circular son los temas que aborda el stand, detallaban.

El escaparate de Basque Green Deal. “Alinearse con criterios de eficiencia, el consumo racional de la energía, el consumo de productos de cercanía, la reutilización y el reciclaje es posible también desde el ámbito doméstico”, apostilló Barredo.