El Real Automóvil Club Vasco Navarro (RACVN) ha mostrado su rechaza el pago por el uso de vías rápidas del Estado (autopistas, autovías y carreteras multicarril) que plantea el Gobierno central, que entraría en vigor en 2024 y ha considerado que los automovilistas "pagan con creces" por el uso de estas vías.

A su juicio, la medida establece dos tipos de vías "en función de la solvencia o clase social de los conductores", y supondrá que muchos usuarios "recurran a las vías convencionales, que son las que tienen mayores índices de siniestralidad y mayores registros de accidentes mortales".

En un comunicado, ha asegurado que la medida propiciará un "aumento significativo" de los gastos de sanidad derivados de la atención a las personas heridas en accidentes de tráfico. A su entender, además, con esta decisión "se antepone el afán recaudatorio a la seguridad de los usuarios y crea un peligroso precedente de que 'pague quien lo use'".

El RACVN ha recordado que los conductores "abonan todo tipo de impuestos por la compra, posesión y uso de sus vehículos" y ha insistido en que se quiere "hacer pagar de nuevo al conductor por algo que ya paga con creces". "Los impuestos que genera el automóvil recaudan cada año en el Estado español una cifra superior a los 55.000 millones de euros, convirtiendo al Estado en uno de los que mayor presión fiscal tienen de Europa", ha subrayado.

De este modo, ha remarcado que el Estado "ocupa la cuarta plaza en el ranking europeo en lo que a recaudación de impuestos asociados al automóvil se refiere, sólo por detrás de Alemania, Francia e Italia, pero encima del Reino Unido".

Asimismo, el club automovilista estima que cada usuario de automóvil "paga de media entre 885,21 y 3.040,55 euros al año en impuestos desde que adquiere un vehículo nuevo y durante los diez primeros años de posesión de su vehículo", estimación que podría ser mayor porque "no contempla el impuesto por el uso de las actuales autopistas de pago, la tasa de la ITV a las comunidades autónomas, ni los impuestos derivados del aparcamiento regulado en superficie o subterráneo, la tarifa de residentes o las multas, entre otros gastos".

También ha advertido de que la medida va a terminar "perjudicando a las economías domésticas más humildes, de forma directa o indirecta, porque el pago de peajes se va a traducir en un encarecimiento del producto final de todos los bienes y servicios".