El volcán que surgió el domingo en La Palma cuenta desde la noche del lunes con una nueva boca eruptiva en las cercanías del pueblo de Tacande, en El Paso, lo que ha obligado a aumentar el número de personas desalojadas.

Hasta la tarde del lunes, eran más de 5.500 los vecinos evacuados de sus viviendas por su cercanía a la zona de erupción o por encontrarse sus propiedades en el camino que previsiblemente seguirá la lava. Ahora a estos se suma la evacuación de la localidad de Tacande por el riesgo que supone la nueva boca.

Esta erupción, la octava que vive La Palma desde el siglo XV, brota por dos fisuras alineadas de norte a sur y separadas entre sí unos 200 metros, con varios puntos de emisión, según ha detallado el comité científico que sigue la emergencia.

Tacande es una población con 704 habitantes. El 112 no ha podido precisar cuántos de ellos van a ser desalojados de sus casas, pero insiste en que la evacuación sigue criterios de precaución.

EL AVANCE DE LA LAVA SE RALENTIZA

El movimiento lávico en la erupción volcánica de La Palma se ha ralentizado en las últimas horas por lo que no ha llegado al mar la noche del lunes como estaba previsto. La colada de lava tocará en las próximas horas la costa, donde se ha establecido un perímetro de exclusión de navegación

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Las imágenes de la impresionante erupción en La Palma

La ralentización de la lava no significa que la erupción haya disminuido su actividad y se deberá constatar en las próximas horas si esta reducción es una tendencia o no. Según las explicaciones del Instituto Geográfico Nacional, aunque la deformación de la isla continúa, ha disminuido el tremor pero eso no significa nada, ya que se está al inicio del evento volcánico.

Los técnicos han explicado que la lava sigue bajando a la altura del núcleo de Todoque rellenando espacios y en algunos puntos se desborda pero a una velocidad menor de la prevista por lo que no ha llegado a la costa a la hora cómo se preveía.

CIENTOS DE CASAS DESTRUIDAS

Por ahora, las viviendas afectadas son un centenar, aunque solo cuando culmine el proceso volcánico se podrá determinar el número exacto de casas que han quedado destruidas. La lava también ha arrasado a su paso decenas de explotaciones agrícolas y ganaderas.