La Ley de Memoria Histórica y Democrática que aprobó el Consejo de Gobierno el pasado 27 de julio, y que ahora seguirá su tramitación en el Parlamento Vasco, será una forma de “articular” todas las políticas de memoria que el Gobierno vasco lleva realizando en los últimos 18 años, y que incluye “tareas pendientes como la transmisión y la divulgación” de lo que sucedió en la Guerra Civil y la dictadura. Así lo ha afirmado la directora de Gogora, Aintzane Ezenarro, que ha citado entre dichas políticas la “investigación de todas las personas que perdieron la vida en la guerra, hemos acabado el proceso de las exhumaciones en Euskadi, tenemos un banco de ADN que está recogiendo a día de hoy datos de los familiares que atestiguan tener un familiar desaparecido...”.

Por lo tanto, y con la Ley de Memoria vasca como argamasa, a medida que se van cubriendo etapas como la localización de restos de víctimas en fosas comunes, la labor del Ejecutivo vasco en esta materia se puede resumir en “sacar a la luz todo lo que ocurrió”. Pero no solo eso, ya que “para sacar a la luz la verdad tenemos que divulgar esa verdad”, ha añadido Ezenarro en una entrevista en Radio Vitoria. Mientras el Gobierno español tiene la competencia en materia de Justicia, y a través de la Ley de Memoria Democrática -aprobada en Consejo de Ministros el 20 de julio- contempla crear una Fiscalía especial que investigará las violaciones de derechos humanos e impulsará la búsqueda de víctimas, para Ezenarro “hay muchas formas de hacer justicia en relación con las víctimas de la dictadura y del franquismo”.

La directora del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos ha explicado que “sacar a la luz todo lo que ha permanecido demasiados años en el olvido es también hacer justicia”. Ha continuado asegurando que “es también la justicia que reclaman las propias víctimas, que se sepa su verdad”, en la que “además de haber sufrido una vulneración grave, de haber perdido a un familiar, luego tuvieron que estar 40 años en silencio por miedo”. Un silencio que, “lamentablemente, también ha perdurado demasiado en los años de democracia”. Por este motivo, ha subrayado que Gogora “no es instituto de historia que hace investigaciones y se quedan en un archivo, además nos corresponde la divulgación y la transmisión de esa memoria”. Aquí entran en juego “el ámbito educativo pero también proyectos divulgativos”, en los que va a experimentar un impulso fundamental con tres iniciativas de calado: el espacio expositivo de Gogora, el museo de la memoria histórica en Gernika y el centro memorial de víctimas del 3 de marzo que se ubicará en Gasteiz.

RECUPERAR RESTOS POR LA DIGNIDAD

“Los procesos de exhumación también ayudan a sacar a la luz esa verdad”. La afirmación de Aintzane Ezenarro en Radio Vitoria pone de manifiesto la importancia de la recuperación de los restos de víctimas de fosas, un proceso llegó a su punto culminante con la presentación, el pasado 26 de febrero, del Plan Vasco para la investigación y localización de fosas durante la contienda, que deriva de la firma en 2003 de un convenio entre el Gobierno vasco y la Sociedad de Ciencias Aranzadi. Dicho plan arrojaba que en Euskadi se han exhumado un total de 110 víctimas de la Guerra Civil, 70 de ellos combatientes, 26 ejecutados extrajudicialmente y 14 fallecidos en cautividad. El número de localizaciones investigadas y prospectadas es 128, de las que 46 arrojaron un resultado positivo. La mayoría de exhumaciones resultantes, 24, tuvieron lugar en Bizkaia, 15 en Gipuzkoa y siete en Araba.

En su intervención radiofónica, Ezenarro ha asegurado que “en este momento no tenemos prevista ninguna otra exhumación pero eso no quiere decir que no pueda haber ningún nuevo hallazgo”. Ha explicado que recuperar la totalidad de restos humanos que se perdieron tras la Guerra Civil es imposible, ya que “han pasado más de 85 años y nuestra geografía ha cambiado mucho”. Pero “con la recuperación de cada uno de estos restos, estamos recuperando la dignidad de todos ellos” tras la “muerte injusta que padecieron, les quebraron la vida por una guerra que nunca debió ocurrir”.