El presente año sin duda va a ser recordado por el colectivo motero vasco como el más negro de las últimas décadas. Un nuevo siniestro ocurrido ayer por la mañana en Mungia ha elevado ya a una docena el número de motoristas fallecidos sin haber llegado todavía a la mitad del ejercicio.Una siniestralidad alarmante que en este caso ha aumentado al fallecer la acompañante del piloto de la moto implicada, el cual también ha resultado herido de gravedad. La víctima mortal es una joven de 32 años vecina de la localidad costera de Lekeitio.

Según informaron fuentes del departamento de Seguridad del Gobierno vasco, el siniestro fatídico tuvo lugar sobre las 12.30 horas de ayer en el kilómetro 23 de la carretera BI-631 a la altura del barrio de Larraurri en Mungia, justo al lado de la estación de servicio de Repsol.

En el accidente se vieron implicados tres vehículos, la motocicleta marca Yamaha, además de un turismo y una furgoneta.

Las primeras investigaciones en las que trabaja la Unidad de Atestados, según indicaron fuentes de la Ertzaintza, apuntan a que el accidente se produjo cuando la moto chocó contra la furgoneta que la precedía tras frenar esta, cayendo sus dos ocupantes al suelo y siendo atropellados al instante por el turismo que venía por detrás.

Según fuentes de la Policía vasca “como consecuencia de las lesiones sufridas la persona que viajaba como copiloto en la moto ha fallecido prácticamente en el acto, certificando su defunción el facultativo desplazado al lugar”.

Por lo que respecta al conductor del vehículo de dos ruedas resultó herido de consideración por lo que SOS-Deiak movilizó un helicóptero de Osakidetza que recogió a la víctima y la trasladó al hospital de Cruces.

La presencia del cadáver del acompañante y la espera hasta su levantamiento por parte de la autoridad judicial implicó que esta carretera comarcal tuviera que cerrarse durante casi tres horas.

Con la mujer fallecida ayer, el colectivo de motoristas muertos se eleva ya a doce personas es decir, casi el 50% de las víctimas mortales ocurridas en todos los accidentes de tráfico en lo que va de año.

El porcentaje resulta bastante superior al de otros años -por ejemplo en 2019 las muertes de motoristas supusieron el 25% del total en las carreteras vascas- y en ningún caso se corresponde con el total de motos que circulan en comparación con otros vehículos. Según los últimos datos aportados por el Gobierno vasco, la CAV dispone de un parque de motocicletas que ronda las 136.000, lo que supone el 10% del total de vehículos.

Se da la circunstancia de que delos doce motoristas fallecidos hasta la fecha, ocho se han caído solos, es decir, son accidentes en los que no se ha visto involucrado ningún otro vehículo.

De los doce casos de motoristas fallecidos ocho de ellos se debieron a caídas de los pilotos sin que se vieran otros vehículos implicados, lo contrario a lo ocurrido ayer en que fueron tres los vehículos intervinientes.

La cifra de ocupantes de motos fallecidos, casi la mitad del total, está muy desequilibrada con respecto al parque de motos, que supone tan solo el 10% de vehículos matriculados en Euskadi.

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La víctima del accidente mortal ocurrido ayer en Mungia era una mujer de 32 años que viajaba de acompañante en la moto y era vecina de la localidad de Lekeitio.