CASI seis décadas avalan la labor de Gorabide, una entidad que formaron familias con hijos con discapacidad intelectual al ver que compartían la misma problemática y conscientes de que juntos podían llegar más lejos. Y, poco a poco van atrayendo a "personas que no tienen en su seno a personas con discapacidad" para que colaboren en esta incipiente propuesta. "Al principio había mucha voluntariedad. Fueron creando embriones de servicios que con el paso del tiempo se volvieron servicios estables", cuenta Pablo González, gerente de Gorabide.

Cuando se formó esta institución, la concepción que existía de las personas con discapacidad intelectual era de personas a las que las administraciones públicas tildaban como subnormales Una terminología que se ha borrado a la vez que ha cambiado la percepción que hay en la sociedad. "Refleja la evolución del reconocimiento de las personas con discapacidad intelectual como personas", apunta el gerente de Gorabide, que ratifica que estas personas tienen "los mismos derechos y dignidad" que el resto. De hecho, ya se están dando pasos a nivel administrativo. "El pasado 3 de junio se publicó una reforma legislativa del Código Civil para reformar el concepto de tutela. Hasta ahora tenían que tener un tutor legal y lo que se pretende es pasar a un concepto de apoyos para identificar cuáles quiere pero también conocer cuáles son sus metas y sus aspiraciones vitales", ahonda González. Esa modificación es un cambio radical sobre las personas con discapacidad ya que se pasa de considerarlas como "receptoras de cuidados a colocarlas como actrices principales de su vida. Se reconoce el valor humano de las diferencia entre las distintas personas".

Son varios los ejes sobre los que desarrolla su labor Gorabide. "Hay una parte que tiene que ver con gestionar a través de modelos de calidad los servicios: de carácter residencial, de centro de día, de tiempo libre, de familias... Ahora estamos reenfocando las actividades de verano", desgrana el gerente. Precisamente, de cara a verano se ofertan 239 plazas. "119 van a ser estancias semanales con pernoactación que vamos a mantener en Bizkaia porque ante cualquier problema que surja desde el punto de vista logístico es más simple", explica González que precisa que las 120 plazas restantes serán "en un formato de salidas de día que en el plazo de 15 días se ofrecerás seis salidas". Estos momentos de ocio son también un "respiro" para las familias de las personas con discapacidad que "disponen de un tiempo" para poder descansar o atender otras necesidades.

Otra de las líneas se basa "en el empoderamiento de las personas con discapacidad intelectual". El objetivo es que se realicen acciones "en formatos positivos, aportando valor". Y hay un programa del que se sienten orgullosos en Gorabide es el de Goratu en el que "un grupo de personas con discapacidad intelectual actúa como formadores de otras personas", tanto en el ámbito de la sensibilización como en el de la formación pura y dura.

Una de las consecuencias que ha dejado la pandemia"Tenemos un número importante de voluntarios y se ha mantenido", agradece González. Y, precisamente, una mirada positiva a estos duros meses será la base de la jornada de la entidad el próximo 15 de septiembre. "Estará centrada en qué oportunidades en positivo se han sacado del covid-19", cuenta el gerente que pone ejemplos de cómo las personas con discapacidad intelectual han aprovechado este tiempo. "Ha habido gente que se ha preparado unas oposiciones para Diputación o se ha hecho evaluador del modelo de calidad de la Confederación Española de Inclusión", detalla a la vez que pone de relieve que algunos formatos telemáticos como el programa Contigo se mantendrá on line, ya que "ha tenido más asistencia que cuando las hacíamos presenciales". Una perspectiva hacia el futuro donde la inclusión de las personas con discapacidad intelectual sea una realidad.

"Uno de los ejes es el empoderamiento de las personas con discapacidad intelectual"

Gerente de Gorabide