La pandemia avanza a trompicones y con evidentes dientes de sierra. La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, constató ayer que la situación epidemiológica “ha mejorado sensiblemente en los últimos quince días”, pero advirtió del “parón en la mejora” de las últimas jornadas, que genera “incertidumbre” y supone un “riesgo evidente de iniciar un crecimiento”. Un signo de mejora es la estabilización del número de fallecidos. En la última semana de mayo, entre los días 24 y 30, el covid se cobró la vida de 21 personas, tres muertos más respecto a los siete días precedentes, cuando se registraron 18 decesos. Ese periodo fue el que registró, junto con uno de mediados de marzo, la cifra menor de fallecidos desde agosto.

Otro de los indicadores decisivos para ver cómo se contiene la pandemia, la incidencia acumulada, bajó levemente, y se situó en 210 casos por 100.000 habitantes. Esta bajada se debe a la tendencia ligeramente descendente de este indicador en Bizkaia, que bajó hasta 223 casos, y Gipuzkoa, que se quedó en 212, ya que en Araba sigue en aumento, hasta los 143 casos. “Hemos avanzado mucho y el objetivo ahora es no retroceder. Hay que seguir manteniendo la prudencia y las medidas de prevención” porque Euskadi está “en un momento decisivo, en una meseta y con riesgo evidente de iniciar un crecimiento”, aseguró la consejera en su comparecencia quincenal en el Parlamento. Estas cifras se dan después de que el martes se realizaran 8.396 pruebas diagnosticas en las que dieron positivo 338 personas, el 4% de positividad. De ellos, 178 se diagnosticaron en Bizkaia, 110 en Gipuzkoa, 45 en Araba y cinco en personas con residencia fuera de la comunidad autónoma.

También es positiva la evolución de la presión asistencial. Junio comenzó con 89 personas en las UCI, cinco menos que la víspera, pero con dos más en planta, hasta 164, donde ingresaron a lo largo del día 45 pacientes. La titular de Salud comparó la presión asistencial del 19 de mayo, cuando había 131 personas con covid en las unidades de críticos y 243 ingresados en planta, con la actual, con 89 y 164 pacientes, respectivamente.

Esta mejora en la situación de los hospitales permite retomar la actividad quirúrgica ordinaria. “Alguna OSI ha tardado más en incorporarse y la Atención Primaria está empezando a recuperar la presencialidad que iniciamos en septiembre y que en octubre no pudimos culminar”, afirmó Sagardui.