El Departamento de Educación del Gobierno vasco ultima ya el Protocolo General de actuación en los centros educativos frente al coronavirus de cara al curso 2021-2022, para que la vuelta al cole en setiembre sea segura. Todo hace pensar que la situación epidemiológica del próximo curso será mucho mejor ya que, si se cumplen las previsiones, Euskadi alcanzará en agosto la inmunidad de rebaño con el 70% de la población vacunada. Aun así, los menores no estarán protegidos frente al coronavirus. Por tanto, Educación plantea un retorno a las aulas con las mismas medidas de seguridad de este curso: uso obligatorio de las mascarillas a partir de los 6 años, grupos burbuja, distancia de seguridad de 1,5 metros, ventilación de las aulas, etc.

Fuentes de Educación han asegurado a DEIA que el Departamento está planificando el retorno a las aulas en un escenario de "no normalidad". Esto significa que se seguirán adoptando todas las medidas preventivas que aconseje el Departamento de Salud en función de cómo evolucione la pandemia en cada momento. Gracias a esta estrategia, Euskadi ha logrado uno de los principales objetivos del curso: mantener la presencialidad. Aunque no hay un balance cerrado, desde Educación calculan que hasta ahora el 99% de las aulas vascas han permanecido abiertas todos los días del curso.

Ponerse en el peor de los escenarios ayudará al Departamento a prever de antemano los recursos necesarios para una vuelta al cole segura y ordenada: materiales de higiene, profesorado extra, etc. Por ejemplo, estas navidades han dejado fuera de juego a 700 docentes, cuyas bajas se han tenido que cubrir para retomar el segundo trimestre con normalidad. "¿Que luego la situación mejora? Pues muy bien. Lo que ocurre es que nuestros jóvenes serán de los últimos en vacunarse, y el foco se pondrá en ellos, y eso hay que gestionarlo junto nuestros centros educativos y universidades", ha explicado el consejero Jokin Bildarratz en ETB1.

DOCUMENTO DEL MINISTERIO

Desde el Gobierno vasco no ocultan su sorpresa ante la pretensión del Ministerio de Educación de querer pilotar el nuevo curso. Máxime, cuando la competencia de Educación está transferida a las comunidades autónomas y cuando ya el año pasado el Gobierno vasco, con su abstención a un texto similar, dejó claro que seguiría su propia estrategia. A lo largo del día de hoy se ha filtrado la 'Propuesta de medidas de prevención, higiene y promoción de la salud frente a COVID-19 para centros educativos en el curso 2021-2022' redactado por los ministerios de Educación y de Sanidad y que habría remitido a las comunidades autónomas.

En el texto, el Ministerio que dirige Celaá propone a las comunidades autónomas que el próximo curso escolar sea presencial en todas las etapas educativas y que se mantengan las medidas de seguridad e higiene para frenar contagios de COVID-19, como es el uso de mascarillas, los 'grupos burbuja' y la distancia de seguridad entre alumnos y profesores, aunque en este sentido plantea que en lugar de 1,5 metros de separación, se pueda reducir a 1,2 metros en algunos cursos. Es decir, nada nuevo bajo el sol, salvo la reducción en 30 centrímetros en la distancia de seguridad y la ampliación de los grupos burbuja a 20 escolares en Infantil y 25 en Primaria.

El documento es un borrador que se analizará esta tarde en la Comisión de Salud Pública y este viernes en la Comisión de Educación. Será el miércoles de la semana que viene, día 19, cuando este documento se aprobará en la una reunión conjunta entre Sanidad y Educación con las comunidades en una Conferencia Interterritorial. Fuentes de Educación han aclarado que el Gobierno vasco contempla la propuesta el Ministerio que dirige Isabel Celaá como un mero documento "de trabajo" para insistir que "internamente" llevan tiempo trabajando en su propia hoja de ruta de la mano del Departamento de Salud ajustado a las necesidades de la escuela vasca.

Y es que el documento diseñado por el Gabinete Celaá se propone prioridades, como el de "garantizar la máxima presencialidad", que la escuela vasca "ha superado con éxito este año ya", aseguran desde Lakua. El documento señala que para "preservar la presencialidad" se recomienda "minimizar el tiempo de educación a distancia, optando por opciones organizativas que faciliten asistir a clase todos los días (asistiendo tres horas a primera hora la mitad del grupo, y tres horas a mitad de la mañana la otra mitad del grupo) o casi todos los días (educación a distancia del 20% de la clase cada día de la semana)".

En el nivel de alerta 3 y 4, se podría pasar a semipresencialidad sólo a partir de 3º de la ESO. Este planteamiento parece totalmente desfasado en el contexto vasco, donde "apenas ha habido algùn centro que ha usado la semipresencialidad en algún momento", afirman desde Educación.

ESTAS SON LAS MEDIDAS CELAÁ

  • La suspensión generalizada de la actividad lectiva presencial de forma unilateral por parte de una comunidad autónoma, únicamente se adoptará ante situaciones excepcionales, tras la presentación en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS).
  • Se mantendrá una distancia interpersonal de al menos 1,5 metros. Dentro del aula, la distancia de seguridad entre alumnos varía según el curso y según el escenario de alerta. Así, para 1º y 2º de ESO, se propone en nivel de alerta 1 y 2, "una distancia de 1,5 metros, con posibilidad de flexibilizar a 1,2 metros", al igual que para los alumnos de 3º y 4º de ESO, FP Básico, Bachillerato y Enseñanzas Oficiales de Idiomas, con el objetivo así de "garantizar la presencialidad".
  • El número de alumnos que integrará cada uno de los grupos burbuja será de un máximo de 20 en Educación Infantil de 3 a 6 años y de 25 alumnos en el caso de Educación Primaria. Para la Educación Infantil de 0 a 3 años y para la Educación Especial, los grupos tendrán un tamaño máximo acorde a las ratios establecidas en la normativa autonómica.
  • La mascarilla será obligatoria a partir de los 6 años y para todos los profesores, con independencia del mantenimiento de la distancia interpersonal o la pertenencia a un grupo burbuja.