Ha sido una visita corta, un encuentro apurando el reloj que marca la pandemia, pero más que suficiente para que Cándido Ibar pueda ver a su hijo Pablo en la prisión de Okeechobee, en Florida.

La alegría por el reencuentro puede verse en el rostro de Cándido, quien anuncia que su hijo "está más fuerte que nunca" y que además, ha encontrado una ocupación dentro de la penitenciaría en labores de mantenimiento.

En el vídeo también aparece Tanya Ibar, la pareja del preso de origen vasco que cumple una condena de cadena perpetua, quien valora que "ha sido estupendo poder ir con el aita a ver a Pablo; a él le alegró mucho verle".

Además, la familia de Pablo Ibar pide a la sociedad que "por favor, no os olvidéis de nosotros, no os olvidéis de Pablo. Es importante que todos continuemos luchando", dice Tanya.