El médico e inspector del departamento vasco de Salud afirma que la situación de las UCI de los hospitales vascos es muy preocupante. En una entrevista en Onda Vasca-Grupo Noticias, José Ramón Aranbarri ha reconocido que unidades de cuidados intensivos están saturadas y que se ha comenzado a derivar pacientes graves del Hospital Donostia a OSIS de Araba y de Bizkaia.

"El hospital Donostia ha tenido que habilitar una tercera planta para acoger nuevos casos. Una ocupación de 188 camas significa que el más del 50 % de las camas están ocupadas por pacientes covid porque Euskadi tiene en condiciones normales 332 plazas", explica Arambarri.

Además, señala que la previsión es que el número de pacientes covid que requieren hospitalización en una unidad de cuidados intensivos aumente a lo largo de esta semana. Por ello, señala que no solo serán necesarias más camas sino más personal que les atienda que procederá de otras unidades que tendrán que recortar su actividad y "suspender operaciones no urgentes".

Por todo ello, el inspector del departamento de Salud hace un llamamiento a no bajar la guardia. "El covid no entiende ni de edad, ni de sexo. El 20 % de los infectados va a pasarlo mal, y el 5 % acabará en UCI independientemente de su edad", apunta.

Arambarri: "Hay muchas más posibilidades de morir por covid que por vacunarse"

Arambarri: "Hay muchas más posibilidades de morir por covid que por vacunarse"

Arambarri anima a la población a vacunarse porque se han detectado 120 casos adversos de la vacuna entre 34 millones de vacunados en Europa. Es decir, hay una probabilidad de trombo del 0.00035 %. "La farmacovigilancia funciona y las vacunas son seguras. En una pandemia hay dos alternativas o uno se vacuna, o uno se infecta. Si uno se infecta la probabilidad de desarrollar una enfermedad grave es del 20 %, y la probabilidad de morir del 1%. Si uno se vacuna la probabilidad de tener un evento adverso que provoque la muerte por la vacuna es del 0,000035%. Si ponemos estos datos en una balanza, yo lo tengo muy claro".

El médico confía en que se alcance la inmunidad de rebaño al final del verano y en que la próxima Navidad no tenga nada que ver con la pasada.