Quedan menos de 20 días para el 11 de mayo, fecha en la que entrará en vigor el nuevo reglamento general de circulación que fue aprobado el 11 de noviembre pasado. Y su objetivo no es otro que "calmar" el tráfico de las vías urbanas, pueblos y ciudades en Euskadi. Los 30 kilómetros por hora van a ser la referencia principal.. Aunque también habrá vías, las que cuenten con dos carriles o más en el mismo sentido, donde se pueda ir a 50 km/h, y otras limitadas a 20 km/h, aquellas en las que la carretera y la acera están al mismo nivel. En muchos municipios la señalética ya se está haciendo visible y en la mayoría falta pintar. La medida afecta a todos. Sin excepción.

Vienen tiempos de radares pedagógicos en primer lugar, aquellos que indican a qué velocidad circulamos, pero también podrá haber de los que cazan a los infractores. Los pedagógicos no son meramente informativos: registran la información y permiten saber cuántos vehículos y en qué momentos circulan por encima de la velocidad legalmente permitida. De este modo, se puede monitorizar el tráfico y adoptar otro tipo de medidas, incluidas las punitivas.

LAS MULTAS

Las cuantías de las multas ya están fijadas. La sanción mínima será de 100 euros, siempre que no superemos los 50 km/h en una vía limitada a 30. Subirá a 300 euros y dos puntos de carné sustraídos para los que vayan entre 51 y 60 km/h; a 400 euros y cuatro puntos para los que circulen entre 61 y 70 km/h; y a 500 euros y seis puntos para los que vayan entre 71 y 80 km/h. Todas ellas de carácter grave. Más allá de los 81 km/h, las muy graves, se sancionarán con 600 euros y restarán seis puntos del carné.

La Dirección General de Tráfico (DGT) es la impulsora de esta medida en el Estado español, pero sigue la estela de la Comisión Europea (CE). Según esta, dos de cada tres accidentes mortales de tráfico ocurren en cascos urbanos, y en la mitad las víctimas son peatones y ciclistas. Los mismos datos indican que cuando un vehículo baja su velocidad de 50 km/h a 30 km/h, la distancia de frenada pasa de 53 a 36 metros y las posibilidades de matar a una persona se reducen de un 45% a un 5%.

También hay cálculos sobre el beneficio ambiental y social que producirá en nuestros municipios esta medida. Entre otras cosas, se calcula que el tráfico rodado causa el 80% de la contaminación acústica de las ciudades. La reducción de velocidad del tráfico rodado aumentaría de forma significativa el número de peatones y elevaría el uso de la bici hasta un 20%.

BILBAO, PIONERA EN EUSKADI

Bilbao ha sido un abanderado en esta batalla de "calmar el tráfico" convirtiéndose , el 22 de septiembre de 2020, en la primera ciudad de más de 300.000 habitantes en limitar todas sus vías a 30 km/h en el mundo. Una medida "drástica" que no comparte y critica duramente el Real Automóvil Club Vasco Navarro (RACVN), partidario de analizar cada vía de forma individual para fijar un máximo de velocidad en cada una.

En este sentido, afirma Mario García, el portavoz del RACVN, la "medida de la DGT tiene más sentido", ya que permite a las ciudades establecer vías de 20, 30 y 50 km/h. Según el RACVN, la norma "deja la puerta abierta a los ayuntamientos a poder considerar cada circunstancia, si la acera está separada en altura, si hay bidegorri, o no concurre interacción alguna entre vehículos, peatones y ciclistas". Pone el ejemplo de La Concha, en Donostia, a la salida del túnel de El Antiguo. "Justo en ese tramo, desde el túnel hasta el semáforo, no hay interacción y los vehículos podrían ir a 50 por hora", afirma.

Según el RACVN, con la tecnología actual de los vehículos y los sistemas de monitorización del tráfico en las ciudades, sería posible modificar la velocidad máxima permitida en cada momento adaptándola a las circunstancias del momento, dice su portavoz, "ya que no es lo mismo circular a la hora de salida de un colegio, en el que igual tienes que limitar a 20 km/h, o hacerlo de noche, que no hay niños y podrías establecer los 50". García también cree que circular a 30 km/h de forma sistemática dañaría la mecánica y algunos sistemas de los vehículos, cada vez mejor dotados con tecnología de seguridad.

EL COCHE, ÚLTIMO RECURSO

Los impulsores de las medidas de calmado del tráfico aseguran, por su parte, de que "no se trata de un ataque al coche", pero sí admiten que el mensaje en los cascos urbanos debe ser: "Utilice el coche estrictamente cuando lo necesite". Caminar, la bicicleta y el transporte público son las opciones a impulsar, en ese orden.

En los municipios más pequeños, estas medidas apenas requerirán de obras y adecuaciones importantes, más allá de poner señales, pintar la calzada para trasladar las nuevas normas a los conductores.

El RACVN pide a las administraciones que primen la pedagogía a las multas y ha emitido una serie de consejos a los conductores, entre ellos, que hagan uso de los sistemas automáticos para limitar la velocidad máxima y solicitan que en aquellas vías que las circunstancias permitan circular a 50 y no extiendan una limitación genérica a 30 por hora. km/h