El freno motor ya deja atisbar el cambio de marcha en la velocidad de transmisión del virus en la geografía vasca. Los días que vienen, casi hasta finales de mes, serán decisivos para confirmar que el poder de contagio del patógeno efectivamente ha empezado a remitir también en los hospitales. Hasta la fecha, y a pesar de las duras jornadas vividas, Euskadi está logrando que esta tercera embestida de la pandemia no alcance los picos de la segunda ola. Y los últimos datos apuntan en esa dirección: hace una semana, la incidencia acumulada era de 667,95 y el martes era de 607,67. Además, hay otro indicador de salud pública (el famoso número reproductivo básico) que lleva una semana por debajo del umbral acotado en epidemiología como peligroso. El último dato es de 0,87.

En buena parte, este hecho se debe a las medidas de contención de la movilidad y de la actividad en vigor. Algo parecido ocurrió en el último trimestre de 2020 cuando, a la vista de la mala evolución de la pandemia, se decretó el cierre de la hostelería y se endureció el toque de queda. Así fue como se logró, en apenas un par de semanas, abandonar la zona crítica de contagios y empezar a retorcer la curva de la pandemia. En navidades, por ejemplo, la incidencia era de 239 casos, tal y como recordó el martes la consejera de Salud, Gotzone Sagardui.

Ahora la situación pinta parecida, pero la irrupción de la cepa británica puede complicar la evolución de esta enfermedad. Las autoridades sanitarias vascas empiezan a ver la luz. La estabilización y la tendencia a la baja en varios indicadores así lo confirman, pero se muestran prudentes porque la presión sobre el sistema de salud todavía tardará en mejorar, apostillaba Sagardui. Y eso que el último recuento apunta a una leve reducción. En planta hay 570 pacientes con covid (tres menos que el domingo), pero es que se han registrado 93 nuevas hospitalizaciones (51 más que un día antes). A estas cifras, se suman las 157 personas que permanecen en las UCI, siete menos que el domingo.

Por franjas de edad, el mayor número de nuevos contagios registrados se corresponde con las personas de entre 40 y 64 años (275 nuevos positivos), seguidas de los menores de 18 años (204 nuevos contagios), y de la franja de edad de 19-39 años (156 casos). Y la tasa de incidencia acumulada más elevada sigue siendo para la población menor de 18 años con 826,99 casos, y entre las personas de entre 19 a 39 años (637,77). Otro apunte: el número de centros escolares afectados por casos de coronavirus ha bajado de 140 del lunes a 126 ayer martes.

Otro indicativo de la estabilización de la pandemia es que la positividad sigue por debajo del 6%; un porcentaje todavía alto, pero que lleva ya varios días suavizando sus cifras. Con estos datos, la incidencia acumulada baja en los tres Territorios Históricos y el único que supera la media es Bizkaia (637,49), mientras que Gipuzkoa y Araba se sitúan por debajo: 549,79 y 582,66, respectivamente. El mayor número de positivos vuelve a concentrarse en Bizkaia con 399 nuevos contagios, 28 más que el domingo. De ellos, los peores datos se corresponden con Bilbao con 134 nuevos positivos (26 menos), seguido de Barakaldo con 37; Getxo con 33; Bermeo con 13; y Basauri, Durango, Galdako y Portugalete, con 11 contagios más en cada municipio.

Las tres capitales vascas siguen en zona roja al superar los 500 casos acumulados, con tasas de 726,16 en Bilbao; 590,52 en Gasteiz y 536,76 en Donostia. En Bizkaia, se suman al botxo en esa zona roja Abadiño, Arrigorriaga, Balmaseda, Barakaldo, Basauri, Berango, Bermeo, Derio, Durango, Erandio, Galdakao, Getxo, Gorliz, Güeñes, Leioa, Mungia, Muskiz, Santurtzi y Sopela después de la salida de Gernika, Markina, Ortuella y Portugalete.