Finalmente, la balanza se ha inclinado a favor de los miles de deportistas en edad escolar -y sus padres y madres- que debido a la pandemia llevaban la temporada en blanco. No habrá partidos, pero al menos niños, niñas y adolescentes podrán entrenar y volver a compartir terreno de juego, pista, tatami, tartán... Pero lo harán en grupos reducidos, de media docena, con objeto de facilitar las labores de rastreo y aislamiento en el hipotético caso de que se registre algún positivo. Porque el virus sigue latente y preparado para dar calabazas. Además, y para no echar combustible a la tercera ola de la pandemia, la práctica de cualquier disciplina será suspendida en todas aquellas localidades que superen los 500 casos y, en consecuencia, estén en zona roja.

Una medida lógica, aunque como apuntaba Elisabet Anda, portavoz de la plataforma Bultza Kirola, "vamos a hacer las cosas correctamente. No daremos ni un solo motivo para que nos vuelvan a cerrar". De hecho, todas las voces consultadas por este periódico comparten ese diagnóstico. La esperanza y la satisfacción por la reanudación de los entrenamientos es proporcional al respeto que tanto clubes como asociaciones deportivas tienen al SARS-CoV-2.

Ya lo hicieron allá por el mes de octubre cuando los calendarios de deporte escolar regresaron a los grupos de WhatsApp de adultos. Pero fue algo momentáneo porque a los pocos días se volvieron a suspender. Desde entonces, algunos, como el Sakoneta Gimnasia Erritmikoa Taldea, de Leioa, ha mantenido la actividad a través de videollamadas. Casi 200 niñas que, si todo va bien, en cuanto sea posible podrán volver a posar sus esterillas sobre la cancha. Las clases on line de rítmica pueden llegar a ser muy engorrosas porque lógicamente, las pequeñas prefieren quedarse a jugar con amigos y no encerrarse en casa para ponerse delante de una pantalla, "y eso si está ocupada...".

Deseaban que llegara la noticia, confesaba Judith Torralba, del cuerpo técnico del club leioarra. "Estamos muy contentos de poder retomar la actividad aunque no sea normal, pero sí de una forma más natural, en un entorno amable para la práctica del deporte", describía a DEIA. No obstante, era de las que pensaba que la decisión de recuperar el deporte escolar, aunque con limitaciones, iba a tardar un poco más; que se iba a esperar a conocer la evolución de la pandemia durante este mes.

"Un empujón"

En cualquier caso, la noticia fue bienvenida. Los protocolos de actuación los tienen y los ponen en práctica a diario la quincena de integrantes del club federados y mayores que tienen licencia para entrenar. Incluso en verano lo hicieron con mascarilla porque así lo decidieron para reforzar la seguridad. "Lo estábamos haciendo todo por encima de lo exigido y nos lo quitaron de golpe. Y el deporte es muy importante, sobre todo el interés deportivo en niños y sobre todo en niñas. El abandono del deporte en la adolescencia es muy grave en las chicas. Y esto era un empujón mortal al abandono de la práctica deportiva en adolescentes chicas", apostillaba Torralba.

Por eso fueron los adultos quienes tomaron cartas en el asunto y se organizaron hace varias semanas para recordar a las instituciones la importancia de estas extraescolares. "Somos una fuerza real y social" resumía Anda, satisfecha a medias con la decisión adoptada ayer por el consejo asesor del Plan de Protección Civil de Euskadi. Y es que, tal y como indicaba, el nuevo criterio con respecto al deporte escolar "ha llegado muy tarde. La incidencia de positivos dentro del mundo deportivo es irrisoria. Ahora seremos capaces de demostrar que pese a estar frente a una nueva ola, mantendremos esos datos e incluso los mejoraremos. Porque el deporte es seguro", sentenciaba la gimnasta del Club Deportivo Aresketa Gimnasia, de Amurrio.

Manifestación en favor del deporte escolar en Billbao. Fotos: Oskar González

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Reclaman la vuelta del deporte escolar en Euskadi

En la Sociedad Deportiva Moraza, por ejemplo, no han registrado positivos por covid-19 en todo este tiempo. Por eso su presidente, Aitor Gorostiaga, se mostraba cauto ante la reanudación de los entrenamientos en las categorías inferiores. Alrededor de 180 chicos vieron interrumpida la práctica del fútbol por las restricciones establecidas a causa del coronavirus. Eso no significa que hayan perdido las ganas por volver a corretear junto a sus amigos. Por eso, como dice Gorostiaga, "estamos contentos porque empieza el deporte escolar, pero con la incertidumbre de que alguien se pueda contagiar".

De hecho, confesó que la posibilidad de que todo continuara igual era muy real, "más en esta situación que parece que ha empeorado€ Los padres tenían ganas. La mayoría. Hay alguno que está con la mosca detrás de la oreja por los contagios. Hay muchas familias que conviven con mayores€ En el equipo mayor de Preferente tenemos un portero que no viene porque vive con sus aitites de ochenta y tantos años. Imagínate que pasa algo€", subrayaba.