La Nochevieja más solitaria y silenciosa de la historia como consecuencia de las restricciones sanitarias obligadas por la virulencia del covid-19 transcurrió ayer sin demasiados problemas. La sociedad en general fue consciente de la situación y respetaron las normas impuestas por el Gobierno vasco de no salir a la calle después de las 00.30 horas y del cierre de la hostelería y comercios a partir de la seis de la tarde. Que duda cabe que el adverso clima nocturno de ayer, con bajas temperaturas, lluvia y viento helado coadyuvaron a que las restricciones fueran más llevaderas. Aún así, muchas cuadrillas se inventaron un sucedáneo de celebración, al que se bautizó como Tardevieja y que comenzó antes de que tuvieran que cerrar los locales hosteleros. Algunos siguieron por la calle de celebración hasta la hora de cenar, evitando las patrullas policiales que vigilaban la generación espontánea de botellones. Daba entre pena y rabia ver arterias en Bilbao como Licenciado Poza o la Plaza Nueva totalmente vacías cuando años atrás son un hervidero de personal toda la Nochevieja.Y luego estuvieron los insolidarios que se saltaron a la torera la indicaciones y montaron fiestas clandestinas bajo techo. Algunos con nocturnidad y alevosía. Claro ejemplo son las 21 personas que fueron sancionadas por montar una juerga en tres habitaciones de un hotel en Bilbao de madrugada. Fue el propio recepcionista del establecimiento el que sobre las 3.30 de la madrugada avisaba a la Ertzaintza del ruido que se estaba montando en esas dependencias, en las que se pudo comprobar que había más personas que las previamente registradas. Incluso tuvieron la osadía de no esconderse y acceder a la planta donde estaban las habitaciones por el propio hall del hotel.

La Policía Municipal de la capital vizcaina también tuvo trabajo pero mucho menos que si hubiera sido una Nochevieja sin coronavirus. Según indicaron fuentes municipales "no se registraron avisos por fiestas organizadas" aunque "sí hemos recibido una veintena de llamadas por quejas de ruidos en viviendas por supuestas celebraciones, pero ninguna conflictiva y que se han resuelto sin mayor consecuencia".

Un caso similar al del hotel bilbaino tuvo lugar sobre la misma hora en una casa rural ubicada en la comarca de Urola Kosta en Gipuzkoa. En esta ocasión los agentes de Protección Ciudadana de la zona identificaron a 20 personas, las cuales han sido propuestas para sanción por incumplir la normativa.

Las ganas de fiesta se les cortó también de manera radical a un grupo de otras quince personas en Gasteiz. En esta ocasión fue la Policía Municipal la que abortó la fiesta clandestina al parar en un control rutinario a un conductor que arrojó un tasa de alcohol superior a la permitida. Ante la pregunta de dónde venía en ese estado, no se cortó a la hora de delatar la ubicación del jolgorio, una nave industrial ubicada en el polígono de Aligobeo, a las afueras de Gasteiz. Los agentes acudieron al lugar y sancionaron a todos los presentes.

Por lo que se refiere a la capital donostiarra, no fueron detectadas quedadas ilegales pero sí se tuvo que intervenir en viviendas con más de seis personas, ocupación prohibida por las medidas anticovid. La Guardia Urbana desactivó once de estas citas multitudinarias ante el ruido que generaban, y que muchos vecinos denunciaron, así como disolvieron otros once citas en la calle para beber en conjunto varias cuadrillas.

Además, la Ertzaintza también identificó y propuso para diversas sanciones a otras 40 personas por incumplimiento de la normativa sanitaria en pisos o casas de Bilbao, Donostia, Deba y Aramaio. Se expedientó, así mismo, a varios locales de hostelería por exceder el límite de aforo en la tarde antes de cerrar.

Trece contenedores incendiados

Lo que sí se repitió como otras noches que celebran la entrada del año nuevo fueron las intervenciones de los bomberos como consecuencia de los efectos de los fuegos artificiales, tanto en el punto clave de medianoche, como en las horas previas. Los Bomberos de Bilbao y los de Bizkaia tuvieron que apagar el fuego en un total de 13 contenedores que quedaron total o parcialmente quemados.

Muchos de ellos lo fueron como consecuencia de que los cohetes y petardos entraron de forma aleatoria en los contenedores pero también hubo incendios intencionados horas antes. En Bilbao, los bomberos extinguieron las llamas en seis recipientes de basura y en el balcón de una vivienda. Las intervenciones del cuerpo foral tuvieron lugar dos en Barakaldo y Getxo, respectivamente, y una en Derio, Sopela, Santurtzi y Sestao.

La Nochevieja de ayer será recordada por la ausencia de personal en la calle por un toque de queda que se respetó en términos generales sin problemas.

Desde principios de semana la Policía Vasca ha realizado una labor concienzuda para saber quién se hospedaba en diferentes alojamientos para evitar posteriores fiestas clandestinas.

Muchas cuadrillas de jóvenes y no tanto quedaron a media tarde para celebrar la despedida del año y apuraron la estancia en la calle hasta las uvas.

200

Son las intervenciones efectuadas por la Ertzaintza y las policías locales para desactivar fiestas ilegales o desobediencias del toque de queda hasta las 00.30 horas.