De viernes a domingo 250 personas se han ido para casa con una denuncia por saltarse el toque de queda. La Ertzaintza y las policías locales han intensificado este fin de semana los controles "para tratar de evitar desplazamientos indebidos fuera del término municipal de residencia y de la comunidad autónoma, y velar por el cumplimiento del resto de normas sanitarias". Según el Departamento de Seguridad, las rondas de vigilancia policial han cazado a 250 personas circulando por la calle más tarde de las diez de la noche, hora en la que arranca el toque de queda en Euskadi.

Los infractores se enfrentan a multas que oscilan entre los 600 a los 30.000 euros, con lo que el desliz, o el escaqueo les puede salir muy caro. Por otro lado, se sancionó a 123 personas por hacer botellón en la vía pública. Las infracciones por no usar la mascarilla o hacerlo de forma inadecuada ascendieron a 407. En conjunto, el parte de incidencias este fin de semana se ha saldado con 1.149 denuncias por infringir las normas sanitarias para hacer frente a la pandemia. Del total, 475 corresponden a incumplimientos de la limitación de la libertad de circulación y grupos máximos.