Ni camposantos repletos de flores ni largas colas a la entrada de los cementerios. Este 2020 la festividad del Día de Todos los Santos será más íntima, aséptica y, sobre todo, muchos menos concurrida como consecuencia de la pandemia, que ha obligado a establecer sistemas de cita previa y controles de aforo y de temperatura.

La necesidad de controlar la expansión del virus ha hecho que la mayoría de los ayuntamientos recomienden evitar las visitas a los cementerios el mismo 1 de noviembre y proponen espaciarlas a lo largo de varias semanas.

Otros han prohibido llevar flores a las tumbas el Día de Todos los Santos, mientras que la mayoría han establecido controles de aforo, toma de temperatura, cita previa y visitas de grupos reducidos y durante tiempo limitado.

Además, se han ampliado horarios, suspendido liturgias y actos religiosos, reforzado plantillas y líneas de autobuses y se han diseñado itinerarios para regular el tránsito dentro de los cementerios y evitar así aglomeraciones.

Restricciones en Nafarroa

En Iruñea, el aforo máximo en el Cementerio San José será de 2.000 personas, con visitas en grupo de un máximo de cuatro integrantes del mismo núcleo familiar y de una duración máxima de una hora, con la prohibición de llevar flores el día 1 de noviembre aunque sí el resto.

Además de contabilizar las personas que entren y salgan, en los controles de acceso se tomará la temperatura y se recomienda espaciar al máximo las visitas al cementerio y procurar no acudir los días 30 y 31 de octubre y 1 de noviembre.

Recomendaciones en la CAV

Se han difundido recomendaciones para que la ciudadanía acuda a los camposantos de forma escalonada y se ha pedido a los vecinos que no permanezcan en los cementerios más de una hora.

En Gasteiz el consistorio ha elaborado un protocolo de acceso y recorrido por los dos camposantos de la ciudad con puertas de entrada y salida diferenciadas.