El impacto de la segunda ola está causando estragos y deja el peor dato de contagios de toda la pandemia en una sola jornada, con 724 nuevos positivos. Una cifra que bate el récord de nuevos infectados desde el mes de marzo. Sin embargo, Nekane Murga quiso ayer relativizar este máximo histórico al precisar que el 25 de marzo se realizaron 1.511 pruebas PCR, de las que 720 dieron positivo, lo que supone el 50%, mientras que en este momento tenemos 724 positivos de un total de 9.121 PCR, que también supone que hemos batido un nuevo récord de pruebas en un día”, por lo que el porcentaje es del 7%.Se da la circunstancia de que casi la mitad de los positivos detectados en Euskadi mediante pruebas PCR se han registrado desde el inicio de la desescalada. Murga indicó que la velocidad y la progresión de los datos son completamente diferentes a los de marzo. Al inicio de la pandemia se pasó de 0 a 40 casos positivos en ocho días, y, en la actualidad, se ha tardado cincuenta días “en cambiar de estar estables, prácticamente sin casos, a la situación actual”. De esta forma, destacó que “si se analizan los distintos parámetros, la situación es más positiva ahora que entonces porque la velocidad de propagación del virus es entre seis y ocho veces menor de lo que era en marzo”, aseveró.

“Esta segunda ola no es comparable a la primera”, aseguró Murga, quien también admitió que presenta una “tendencia ascendente” en el número de infectados, ingresos hospitalarios y muertes, por lo que hay que cambiar la curva epidemiológica desde “el compromiso en primera persona de cada uno de nosotros”, animó.

Tras señalar que “también el perfil de positivos es absolutamente diferente”, precisó que en marzo había en UCI 134 personas ingresadas, y en este momento hay 21, mientras que hace cinco meses estaban hospitalizadas en planta 1.241 personas y en este momento son alrededor de 180. No ocultó su preocupación por el crecimiento de las hospitalizaciones, con cincuenta nuevos ingresos frente a los 39 del miércoles. Pese a ello, la consejera reveló que la red sanitaria vasca tiene capacidad para dar respuesta a los contagiados por covid-19, “por lo que no hay que tomar medidas como suspender cirugías programadas o paralizar servicios como ocurrió en la primera ola de la pandemia”. No obstante, reconoció que se están reordenando plantas de hospitales y centros de salud para intensificar los circuitos diferenciados con el fin de evitar contagios. “Estamos dentro del margen de las previsiones que se habían hecho ante un posible repunte del coronavirus”, recalcó.

En este sentido, el hospital de Basurto informó que ha destinado uno de sus pabellones a enfermos de covid-19 y Cruces, dos de sus plantas a la atención de posibles positivos.