- Antes de que la crisis del coronavirus afectará de manera contundente a la economía, el empleo y las expectativas personales de muchos ciudadanos, la pobreza severa ya era un mal conocido para más de cuatro millones de personas en todo el Estado español y 122.000 en el País Vasco. El informe El paisaje del abandono: la pobreza severa en España, elaborado por la Red Europea contra la Pobreza (EAPN), asegura que si en 2018 el 9,2% de la población, es decir, unos 4,29 millones de personas, estaban en situación de pobreza severa, “el impacto negativo del coronavirus, sin precedentes en la economía española”, obliga a considerar esa cifra “como un mínimo”.

El informe aborda las características y condiciones de todas esas personas castigadas por la pobreza y destaca que “no hay diferencias por sexo”, pero sí por edad, ya que niños, adolescentes y adultos jóvenes tienen unos índices más altos de pobreza: prácticamente una de cada cuatro personas en pobreza severa, el 24,3%, tiene menos de 18 años. En cuanto a las diferencias entre comunidades autónomas, el País Vasco, con un 5,5% de su población en pobreza severa -lo que equivale a 122.034 personas- tiene la cuarta tasa más baja del Estado, por detrás de Nafarroa, con 2,6%; Aragón, 3,6%, y Baleares, 3,7%, frente a una media estatal del 9,2% de la población. En el lado contrario destacan las altas cifras de Canarias, Murcia, Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura, con porcentajes de pobreza severa que oscilan entre el 13% y el 16% del total de sus ciudadanos.

Los autores del informe de EAPN señalan que “las personas son pobres -o están en pobreza- cuando no pueden disponer de los recursos materiales, culturales y sociales necesarios para satisfacer sus necesidades básicas y, por tanto, quedan excluidos de las condiciones de vida mínimamente aceptables para el Estado en el que habitan”. Los datos oficiales referidos a 2018 indican que el 21,5% de la población del Estado español -algo más de 10 millones de personas- está en riesgo de pobreza y el 9,2% -unos 4,29 millones de personas- vive en situación de pobreza severa. “Son personas que han hecho los deberes, pero que permanecen atrapadas en una estructura que no les permite desarrollarse”, indicó el autor del estudio, el sociólogo Juan Carlos Llano, durante su presentación on line, tras constatar que el 5,4% de las personas, unas 100.000, que tienen empleo está en pobreza severa aunque muchas de ellas tienen un nivel educativo medio o alto.

Ingresos bajos

Operativamente, se define a las personas que están en pobreza severa como aquellas que viven en hogares cuyos ingresos por unidad de consumo son inferiores al 40% de la media de renta nacional. Esto supone que cuentan con ingresos inferiores a 5.914 euros al año -492 euros mensuales- si se trata de hogares unipersonales y de 12.419 euros anuales para hogares con dos adultos y dos menores. “En términos operativos -dice el informe-, ser pobre significa vivir en un hogar en el que se ingresan menos de 739 euros mensuales por unidad de consumo. Si vivir con esa cantidad de dinero es muy difícil y provoca importantes carencias en la calidad de vida, entonces ¿de qué manera se puede vivir en un hogar con ingresos de 492 euros mensuales por unidad de consumo, que es el límite máximo para considerar que se está en pobreza severa? ¿Qué significa en términos concretos vivir en situación de pobreza severa?”.

Al analizar las características y condiciones vitales de las personas pobres se observa que tener hijos es un importante factor de riesgo, pues el 38% de la población en esa situación está en hogares formados por dos adultos con uno o más niños a cargo. La peor situación se da entre las personas que forman familias monoparentales, en su inmensa mayoría a cargo de una mujer.

En cuanto al nivel de estudios, más de un 36% de las personas en pobreza severa en el Estado han completado la segunda etapa de la Educación Secundaria o cuenta con estudios superiores, frente a un 32,3% que solo tiene Educación Primaria o menos y un 31,1%, con la primera etapa de la Educación Secundaria.

Estos datos, opinan los expertos de EAPN, revelan un perfil “muy distinto al que se intenta imponer desde determinados centros de interés”, ya que quienes sufren pobreza severa ”no son personas negligentes que tratan de aprovecharse del sistema social para conseguir vivir sin trabajar”.

las rentas mínimas

El informe, publicado cuando se acaba de poner en marcha el Ingreso Mínimo Vital, también analiza la capacidad del sistema público para proteger a esos 4,3 millones de personas con niveles de ingresos muy bajos y constata que las rentas mínimas autonómicas configuran, en general, un sistema “complejo, con escasa cobertura e insuficiente cuantía” y que, además, presenta grandes disparidades territoriales. De hecho, solo el 16% de las personas en pobreza severa recibe algún tipo de prestación por parte de las administraciones públicas debido a los requisitos burocráticos o las limitaciones presupuestarias.

EAPN destaca que en comunidades como Andalucía, Castilla-La Mancha, Murcia y la Comunidad Valenciana, las tasas de cobertura que proporcionan las rentas mínimas están por debajo del 7%. Solo en el País Vasco y Nafarroa y gracias a sus sistemas de prestaciones sociales -fundamentalmente la RGI y la Renta Garantizada- se alcanza una cobertura total de la población pobre, con tasas de cobertura del 98,8 y el 100%, respectivamente.

Pobreza

El 10% de la población vasca se encuentra en riesgo de pobreza, una tasa que es la segunda más baja -por detrás de Nafarroa (7,7%)- y la mitad que la media del Estado español, situada en el 20,7%, según los últimos datos de la Encuesta de Condiciones de Vida correspondientes al año pasado y elaborada por el INE. Además, una cuarta parte de los españoles, el 25,3%, estaba en riesgo de pobreza o de exclusión social, un porcentaje que baja hasta el 14,4% en la Comunidad Autónoma Vasca. El 5,9% de los hogares vascos reconocen que llegan a fin de mes “con mucha dificultad”, un porcentaje que sube hasta el 7,4% de media estatal. También un 3,5% de los vascos sufre carencia material severa, porcentaje que sube al 4,7% en el conjunto del Estado.

Ingresos

Euskadi se encuentra a la cabeza de todas las comunidades en cuanto a ingresos medios anuales más elevados, con 15.300 euros por persona, mientras que la media estatal es de 11.680 euros, cifra un 2,3% superior a la registrada el año anterior. La renta media por hogar en la CAV se elevó en 2019 (con datos correspondientes a 2018) a 36.399 euros anuales, frente a una media estatal de 29.132 euros. En Nafarroa la renta por hogar es de 34.612 euros. El umbral de riesgo de pobreza para los hogares de una persona -calculado con los datos de ingresos de 2018- se situó en 9.009 euros. En hogares compuestos por dos adultos y dos menores de 14 años, dicho umbral fue de 18.919 euros.