Las máquinas que preparan la arena de la playa getxotarra de Ereaga para la que será una inusual temporada de verano trabajaban ayer a sus anchas. Fueron los vecinos habituales los que se animaron a pasear por allí, no hubo muchos niños jugueteando con la arena o en la orilla ni tampoco gran cantidad de visitantes que atravesaran las fronteras de sus municipios para ver el mar en el primer día de libertad de movimientos por el territorio vizcaino. La playa y el paseo vivieron una jornada sin sobresaltos. "De momento, parece que en Getxo vamos a estar tranquilos", comentaba la getxotarra Rosa Pérez.

Así que el sonido de la maquinaria era el que resonaba con más fuerza al mediodía en el sosegado ambiente de Ereaga, que recibió, sobre todo, a los residentes que tienen la suerte de disfrutar de ese paseo que une el Puerto Viejo y el Deportivo. En este sentido, sí se formaban colas para acceder al ascensor que comunica el mar con la parte alta de Algorta. Pero es difícil acostumbrarse a ver las escaleras que llevan al Etxetxu tan vacías... Más llenas están, eso sí, las terrazas de la zona del puerto deportivo. De hecho, el pasado viernes se agolpó tanta gente que fue necesario extremar la vigilancia policial para el cumplimiento de las normas. Los agentes locales denunciaron a siete personas por incumplimiento del decreto del estado de alarma y, en coordinación con la Ertzaintza, realizan a diario tareas de control de las terrazas y veladores abiertos tanto allí como en el resto de Getxo.

Mientras tanto, parece que los vizcainos se reservan para disfrutar de las playas en todo su esplendor -adecuado al covid-19- cuando llegue su apertura oficial el próximo 15 de junio. "Qué ganas tengo de pegarme un chapuzón", reconocía Rosa. "Yo creo que cuando abran las playas vendrá ya mucha más gente de fuera y también se empezará a notar que te puedes ir a otro municipio este fin de semana", añadía. Por lo tanto, Getxo, pese al buen tiempo, aún está libre de aglomeraciones. Aunque sí se acumulan muchas personas en Arriluze o en La Galea a partir de las 20.00 horas. Son las zonas que muchos getxotarras eligen para oxigenarse. También todo este entorno es terreno de deportistas. La desescalada continúa, de este modo, su ritmo fragmentado.