- El Departamento de Educación decidió dejar en manos de cada uno de los centros educativos cómo tienen que volver a las aulas los estudiantes de Cuarto de la ESO, Bachillerato y Formación Profesional "dentro de su autonomía y su conocimiento". Eso sí, el Gobierno vasco mantiene las fechas anunciadas en el plan de desescalada en la enseñanza hecho público la semana pasada por la consejera de Educación, Cristina Uriarte: los próximos días 18 y 25, dependiendo del curso.

El anuncio, que provocó el rechazo unánime de los sindicatos -Steilas, ELA, LAB, UGT y CC.OO.-, se produce después de la fría acogida al plan por parte de la comunidad educativa y sobre cuya aplicación planeaba la amenaza de un plante sindical y una huelga estudiantil.

Incluso la patronal mayoritaria de la red concertada, Kristau Eskola, elevó el lunes la voz para pedir al Gabinete Uriarte que reconsiderase su decisión de reanudar las clases este mes y limitar ese retorno a la actividad presencial al alumnado de Segundo de Bachillerato que se tiene que presentar a la selectividad. Las razones esgrimidas por todos los colectivos, desde las ikastolas a las direcciones de los centros, los docentes o las familias, son la "precipitación" y la "ausencia de garantías sanitarias".

El Departamento de Educación se reunió el lunes con la asociación de directores de la red pública para abordar la organización de la vuelta a clase gradual. Ayer, fuentes de Educación confirmaron que les trasladaron que "sean ellos -las direcciones- los que decidan cómo llevan a cabo la vuelta a las aulas en base a criterios educativos y pedagógicos". "Quien mejor conoce la realidad de cada centro es el propio centro", remarcaron. En este sentido, recordaron que cada centro tiene sus propios calendarios y planificación, "lleva su propio ritmo" y tiene un perfil determinado del alumnado.

En todo caso, desde Educación precisaron que no se trata de un regreso "voluntario" en el que las familias decidan si sus hijos van o no a clase, sino que los centros adoptarán las decisiones de manera justificada "en base a criterios profesionales" y que Inspección velará para que así sea. El planteamiento de "corresponsabilidad" en la desescalada defendido por Educación se vuelve a topar con la oposición unánime de los sindicatos. En un comunicado conjunto emitido al término de un encuentro que mantuvieron ayer con otros agentes de la comunidad educativa, ELA, LAB, Steilas, CC.OO. y UGT manifestaron que Educación "sigue sin garantizar la salud" y "pone toda la responsabilidad sobre los centros escolares, las familias y los alumnos, faltando gravemente a su responsabilidad".

Hoy, movilización Los sindicatos señalaron que corresponde al Departamento "recoger y prever en un plan adecuado" los criterios concretos, los protocolos y las medidas para garantizar la salud en el sector educativo, de forma que "cada centro pueda llevarlos a cabo en el marco de su autonomía". Asimismo advirtieron de que dejando la decisión en manos de cada centro, "hay un claro riesgo de que se produzcan o aumenten las brechas entre el alumnado de los diferentes centros, ya que unos recibirían estudios presenciales y otros no". Por todo ello, las centrales se movilizarán hoy ante la desde del Gobierno vasco en Bilbao bajo el lema Garantizad la salud de la comunidad educativa, negociad las medidas.

La cuestión puede llegar al Parlamento Vasco ya que el Partido Popular pidió ayer la comparecencia de la consejera Uriarte para que aclare la "confusión" provocada por el plan de desescalada, mientras que EH Bildu exigió al Gobierno vasco que negocie y acuerde con el sector educativo las condiciones del retorno "sin hacer dejación de su responsabilidad".

El portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, aclaró ayer que el regreso escalonado a las aulas era desde el principio "una propuesta" que iba a ser contrastada con la comunidad educativa y que la decisión final corresponde a los centros. La semana pasada la consejera Cristina Uriarte dijo que la vuelta a clase en los cursos críticos era obligatoria, salvo excepciones.