- La principal conclusión es que ocho de cada diez madres tienen dificultades para teletrabajar y poder cumplir con los horarios establecidos. En el 97% de los casos las interrupciones de los hijos es la principal barrera que encuentran.

¿Les llegan ahora más consultas?

—Al principio, muchas malasmadres llamaban pidiendo información, sobre todo laboral, muchísimas autónomas que no sabían qué hacer, que estaban cerrando sus negocios, los ERTE... Por otro lado, muchas mujeres nos llaman con el tema de la salud mental, porque cuando llevas una semana apenas lo notas, pero después de tantos días la cosa empieza a ser ya seria.

Hay familias muy diversas y habrá situaciones muy complicadas.

—Algunas madres tienen que trabajar porque lo hacen en el sector sanitario. Necesitan a cuidadoras o personas cercanas que cuiden a sus hijos. Otras, que para hacer la compra o simplemente moverse, lanzan sus reivindicaciones: ¿Cómo voy a dejar a mis hijos pequeños en casa si tengo que hacer la compra y tengo que hacer diferentes gestiones? Las mujeres que están solas asumen toda esa carga en soledad y eso impacta en la salud mental.

¿Cómo afecta a la salud mental?

—La mayoría cuenta que no pueden más. Muchas lo describen como una montaña rusa. Tienen un montón de tareas que van acumulando. Muchas nos cuentan que se despiertan muy motivadas con una lista de tareas para cumplir y, al acabar el día, no han cumplido ni el 10%. Nos bombardean con que, además de las tareas, tenemos que hacer deporte, manualidades, repostería, hacer la cena con los niños, jugar con ellos... Muchas tenemos que teletrabajar y si nos obligamos a cumplir esas tareas, todo suma a esa carga mental y a ese sentimiento de culpa.

Según su encuesta, la corresponsabilidad no mejora en el encierro.

—La mayoría nos cuenta que la corresponsabilidad se mantiene igual y antes tampoco eran cifras buenas. Hemos visto que a ellos, cuando teletrabajan, se les da importancia a su trabajo, mientras que la mujer es la que sigue haciendo las manualidades y la atención de los deberes. Dentro del hogar se sigue produciendo esta desigualdad.

El título ya lo dice: ‘Esto no es conciliar’.

—Siempre hemos abanderado la conciliación, siempre hemos defendido el teletrabajo para todos y todas, pero el contexto actual no refleja lo que defendíamos. Creemos que la parte buena de todo esto es que muchas empresas han visto posible el teletrabajo. Las madres encuestadas también lo ven así. El 43% cree que van a mejorar las cosas en ese sentido.