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"Las denuncias están cayendo día a día. La gente se ha ido concienciando, no solo por el miedo al castigo, sino por el problema de salud que supone", explica Josu Bujanda, jefe de la Ertzaintza, quien expone que los expedientes abiertos por infringir la Ley de Seguridad Ciudadana "no llegan al 0,5% de los habitantes de Euskadi". En ese sentido, asegura que están teniendo "más actividad asistencial aunque lo que más curiosidad suscita sean las denuncias que se ponen". Con todo, todavía hay ciudadanos que se saltan la cuarentena, por lo que la labor de vigilancia es necesaria. "La mayoría de las denuncias son por reiteraciones de transeúntes que nos indican una cosa y comprobamos que no es así, o por vehículos en los que circulan más de dos personas", revela Bujanda.

Tras una batida para recoger anécdotas de los agentes que están a pie de calle, el jefe de la Ertzaintza explica que han encontrado situaciones de lo más variopintas. "En una ocasión encontramos a una mujer que llevaba una bolsa de plástico con dos barras de pan moviéndose de un lado a otro de un municipio", explica sobre un hecho que podría no haber conllevado sanción si no fuera porque el pan "estaba completamente duro, era de otro día". Y es que utilizar como excusa las actividades para las que sí está permitido transitar por la vía es todo un clásico. Ejemplo de ello es el hombre al que avistaron paseando a un perro que ya había sido paseado por otro familiar anteriormente, por lo que fue denunciado. En algunas ocasiones, incluso, son guardas de seguridad los que dan el aviso: en un centro comercial guipuzcoano, una pareja fue sancionada por acudir en repetidas ocasiones "para realizar pequeñas compras".

También se da la situación de ciudadanos que interpretan el confinamiento de forma muy laxa. "Localizamos a una persona que iba caminando por un municipio, dijo que llevaba unos huevos de oca a una incubadora que tenía un amigo en un pueblo de al lado", cuenta Bujanda. O el caso de una pareja a la que, a pesar de circular correctamente en el vehículo -en diagonal-, de poco le sirvió el pretexto empleado: "Llevaban varias garrafas y se dirigían a un pueblo a quince kilómetros para coger agua de un manantial porque es la que más les gusta", explica el jefe de la Ertzain-tza. "Es gente que una vez que se le detecta, intenta justificarlo de la forma que sea. A poco que sospechemos, nos damos cuenta enseguida", añade.

Algunos ciudadanos parece que no han terminado de entender lo que supone el distanciamiento social. En Donostia, por ejemplo, descubrieron a tres hombres bebiendo cerveza en la vía pública. También fue interceptado un hombre que decía "venir de cenar de casa de sus primos" o a una persona que tras ir a visitar a un amigo lo acompaña a la estación de tren. En los controles de carretera también se dan estas casos: como el de un hombre que llegaba de otra localidad del mismo territorio tras "visitar a su hija".

Dado que los incumplimientos se siguen dando, la Ertzaintza tiene previsto incrementar la vigilancia estos días. "Venimos realizando controles más exhaustivos desde el pasado fin de semana, pero igual que hicimos en el puente de San José, desde hoy -por ayer- serán más estrictos", explica Bujanda, quien detalla que los controles se realizarán principalmente en las vías rápidas en salida de Euskadi, como la autopista que va a Cantabria, o en las carreteras comarcales que se dirigen a La Rioja o a Nafarroa; pero también en salidas de poblaciones y vías interurbanas. "El pasado fin de semana el tráfico fue prácticamente nulo, pero es posible que haya casos de gente que intente ir a su segunda residencia y no solo por las vías principales, sino por carreteras alternativas, pensando que tienen una vía de escape", expone.

Los controles no serán solo por carretera, sino que se aumentarán también para los peatones. "Está habiendo mucha afluencia de gente que va a comprar alimentos de primera necesidad. El sábado vamos a incrementar la presencia para que no ocurra ninguna incidencia en las aperturas y los cierres de los supermercados", expone Bujanda, quien señala que en los días festivos una de las pocas actividades permitidas será comprar el pan.

Fotocopia

Una persona, que fue denunciada tres veces por no respetar el confinamiento, fue interceptada por cuarta vez en Ordizia. Preguntado por el motivo para estar en la calle, alegó que estaba buscando una librería para sacar una fotocopia de la última denuncia.

"Poca gente"

Tras dos semanas de confinamiento, una mujer de 87 años que paseaba por Eibar indicó a los agentes que no sabía por qué había tan "poca gente" en la calle y que si era para tanto porque su hija había ido a Donostia.

Orinar

Un peatón que fue parado señaló que venía del supermercado, pero como no llevaba ninguna bolsa, alegó que tuvo que sobrepasar el establecimiento para ir a orinar a una esquina y que, después, acudiría al citado supermercado.

- La presión ejercida durante el estado de alarma por Ertzain-tza y Policías Municipales en las calles y carreteras de Euskadi es muy intensa a tenor de la cifras facilitadas a DEIA por el departamento de Seguridad del Gobierno vasco.

Desde el 16 de marzo, día en que comenzaron las restricciones de movilidad, hasta el martes, los cuerpos policiales vascos han identificado a 47.077 personas que circulaban andando por las principales urbes de la CAV, procediendo a la detención de 194 incívicos. En esta misma cifra se encuentran también varias decenas de las personas que han sido sancionadas por transitar con sus vehículos por las vías principales y las calles sin una causa razonada en el listado de excepciones al confinamiento impuesto por el Gobierno.

Unas cifras de calado teniendo en cuenta que han pasado 23 días, un periodo que además incluye un hipotético puente festivo, el de San José, y el actual inicio de las vacaciones de Semana Santa.

Precisamente en las jornadas previas a estos periodos festivos es donde más controles s desplegaron para evitar los traslados a segundas residencias de muchos que no querían respetar el confinamiento.

Por territorios llama la atención que Gipuzkoa haya registrado muchas más identificaciones en la calle que Bizkaia, teniendo bastante menos población. También la labor de la Er-tzaintza a la hora de practicar detenciones por delitos contra la autoridad, tanto atentado como desobediencia, ha sido más incisiva. Mientras la Policía Vasca ha arrestado a 139 personas, los cuerpos locales se han quedado en 55.