- Dice el refrán que no hay mal que por bien no venga. A la parlamentaria del PP, Nerea Llanos esta cuarentena le está viniendo muy bien para ir cogiendo espacio y confianza entre fogones. "La cocina nunca ha sido lo mío, pero ahora me está gustando", afirma. Llanos tiene las mañanas muy ocupadas, sobre todo, porque sus tres hijos llevan una rutinas de estudios diarias que procura controlar.

Tiene el colegio montado en casa.

—Imagínate, uno en la universidad estudiando y los otros en el colegio. Cada uno con sus materias, en ordenadores diferentes, tablet, es una locura, pero tengo que reconocer que se está haciendo muy bien.

Todo cambió de un día para el otro.

—Así fue. Apenas tuvimos tiempo de adaptarnos al confinamiento. Un día estábamos en la calle y al día siguiente nos dicen que ya no podemos salir de casa. Se está haciendo un gran esfuerzo para que de una manera u otra todo siga adelante desde casa.

¿Está pudiendo desconectar?

—No, porque además todos los días te enteras de personas que han muerto por el coronavirus, como la madre de Miguel Ángel Blanco y se te encoge el corazón.

El tema es serio.

—Claro que lo es y la verdad es que estoy contenta de lo bien que está respondiendo la ciudadanía ante esta pandemia.

Siempre hay alguien que se la salta.

—Claro. Pero el que no lo hace es porque no es consciente a lo que nos estamos enfrentando.

Es real.

—Eso es, no es algo que vemos en una película que echan en la tele. La gente se está muriendo, eso es serio.

¿Se reaccionó tarde?

—Pues no lo sé. No sé si había demasiada información sobre lo que era el coronavirus. Si no se actuó a tiempo habrá que pedir responsabilidades en su momento, pero ahora lo importante es salir de esta situación.

¿Piensa en el futuro?

—Claro que pienso. Una vez que todos estamos bien de salud piensas en el después. Las instituciones tendrán que poner las pilas para contener esta situación. Las medidas creo que deberían de ser a nivel global, por que ha afectado a todos.

¿Qué tal las galletas?

—Muy bien. ¡No sabes cómo cocino! Ahora me paso el día con el libro de Arguiñano, que se lo regalé a mi marido, debajo del brazo. Mis hijos le llaman la biblia.

¿Qué ha preparado?

—He empezado por los postres, galletas, bizcochos; también he preparado berenjenas rellenas y pastel de espárragos trigueros y cebolla.

Jolín, tenga cuidado con los kilos.

— Búa esa es otra. Me recorro el pasillo ni sé cuántas veces para no coger peso porque no es que me faltara ya.

¿Qué hará cuando esto acabe?

—Lo que espero es poder celebrar mi cumpleaños que es el 4 de mayo. Ya sueño en tomar un vinito en una terraza. No pido más.

A ver si es posible.

—Para que luego digan que a los vascos no nos gusta la calle. ¡¡¡Quiero beber en la calle!!!! Hago botellón ¿te apuntas?

Nerea, que nos multan.

—Ja, ja, es verdad, vamos a esperar, que ya no nos queda nada para superar esta situación.

Unas semanas solo. Está chupado.

—¡Vengaaaa! Que podemos con esto y con más.

Que no falta el sentido del humor.

—Eso es la clave. Es realmente lo que nos ayuda a seguir en casa.

El 4 de mayo copita en la calle.

—Estás invitada.

"Estoy contenta de lo bien que lo está respetando la gente; el aislamiento se dio de un día a otro"

"Espero que para el 4 de mayo que es mi cumple pueda tomar un vinito en una terraza"