Desde que se inició la crisis sanitaria causada por el coronavirus, la sociedad vasca, que ya se caracterizaba por unos altos niveles de solidaridad, ha incrementado la colaboración social, el trabajo voluntario y la atención dirigida a los colectivos más vulnerables. Ayer el lehendakari Iñigo Urkullu mantuvo una videoconferencia con varias organizaciones sociales de Euskadi, a las que agradeció la labor que desarrollan para atender a las personas con necesidades o en exclusión, especialmente en estos “momentos difíciles” y les animó a seguir en este camino de colaboración como “el mejor ejemplo de auzolana”, de trabajo por el bien común y para los que necesitan más ayuda.

Iñigo Urkullu, junto a la consejera de Empleo y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, contactó por vías telemáticas con Pablo González, responsable de Gorabide, presidente de Sareen Sarea y de la Mesa de Diálogo Civil; Carlos Bargos, director de Cáritas Bizkaia; una representación del voluntariado de Euskadi y Mario Iceta, obispo de la Diócesis de Bilbao. El lehendakari les expresó su deseo de que cuando acabe la pandemia esos valores de “solidaridad y compromiso” se vean reforzados, y dijo estar convencido de que será así porque esta crisis está demostrando “la importancia que para un país tiene contar con un Tercer Sector bien organizado, preparado y dispuesto a la colaboración”.

“Un Tercer Sector conocedor de los problemas y necesidades, orientado siempre a ofrecer soluciones en positivo, un sector que suma capacidad profesional y vocación de servicio a la sociedad”, afirmó Iñigo Urkullu. También agradeció su trabajo y esfuerzo a todas las personas que trabajan en el ámbito socio-sanitario. “Sois un ejemplo de la sociedad que queremos”, les dijo.

La consejera Beatriz Artolazabal destacó que estos agentes son la “mejor antena” para conocer y encauzar las necesidades de la sociedad vasca en un momento en el que la crisis del coronavirus “puede multiplicar el riesgo” para colectivos vulnerables, como menores, inmigrantes, personas en exclusión, mayores, mujeres maltratadas, personas jóvenes o personas con discapacidad. Señaló que “la cooperación interinstitucional y la colaboración público-privada “son las claves para contener y mitigar desde la solidaridad las situaciones de riesgo añadido” que la pandemia supone para los colectivos más vulnerables.

El presidente de Sareen Sarea, Pablo González, agradeció al lehendakari sus palabras en un contexto “inédito de emergencia sanitaria, con derivadas sociales, económicas y de empleo cuyo impacto, difícil de evaluar todavía, es motivo de preocupación para el conjunto de la sociedad”. González recordó que la crisis del coronavirus ha provocado un “lógico sentimiento de vulnerabilidad en toda la sociedad vasca”, pero que “se acrecienta y golpea con más fuerza” en las personas y colectivos más vulnerables, por lo que el Tercer Sector “está completamente volcado” en esta situación para atender, “una vez más”, a los que más les necesitan.

En cuanto a la evolución de la pandemia en Euskadi, desde el Departamento de Salud reconocieron ayer que en las últimas horas se registró la cifra más alta de muertos por covid-19, ya que entre el martes y el miércoles fallecieron 44 personas, pero dijeron que esto “responde a situaciones de empeoramiento de semanas anteriores”. Además, el número de nuevos contagios aumentó hasta los 518 casos, que elevan a 6.838 el total de personas infectadas, de las que 1.908 se encuentran ingresadas.

Así, aunque mantuvo la “prudencia”, el director de Planificación Sanitaria, Mikel Sánchez, insistió en la idea que transmitió el martes la consejera de Salud, Nekane Murga, de que se observa un “cambio de tendencia” en la evolución. “Podríamos estar ya en una fase de meseta”, resaltó Sánchez, quien reconoció que aún podría haber “dientes de sierra” pero los datos muestran una “estabilización”, que se podría confirmar en los próximos días y que les hace estar “esperanzados”.

Por su parte, el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, afirmó que los datos de ayer confirman la estabilización de la pandemia en Euskadi, aunque las cifras absolutas de la jornada “no son tan buenas”. En una entrevista en Radio Euskadi, Erkoreka explicó que el martes fue el día en que se realizaron más test de covid-19 (1.500 pruebas) y por eso hubo más positivos, pero que el porcentaje de positivos sobre pruebas realizadas fue “más esperanzador”. Dijo también que en la reunión diaria de análisis de la pandemia se confirmó que hay una “tendencia a la contención del virus y parece que estamos en esa meseta” de la curva de contagios.

El portavoz aseguró que en Euskadi hay “capacidad hospitalaria para responder al desafío de la pandemia” y que, “a corto plazo”, no existe riesgo de que haya una saturación en las UCI porque se ha ampliando la capacidad hospitalaria. En opinión de Erkoreka “hay margen y colchón suficiente para ir respondiendo a la pandemia”.

Positivos. Euskadi registró 518 nuevos positivos, por lo que el número de personas contagiadas por coronavirus se eleva a 6.838: 3.382 en Bizkaia, 2.250 en Araba y 1.206 en Gipuzkoa.

Altas. La cifra de personas recuperadas y dadas de alta alcanza las 2.165.

Fallecidos. 369 personas han fallecido por coronavirus en Euskadi, tras registrarse 44 muertes más.

Pruebas. Se han realizado 6.990 pruebas, de las cuales solo el martes se hicieron 1.532, el mayor número hasta ahora. Euskadi se acerca a los 8.000 test por millón de habitantes.

Euskadi recibió entre el 10 y el 31 de marzo 924.635 mascarillas del Ministerio de Sanidad, que repartió 15,5 millones entre las comunidades autónomas. A las mascarillas hay que sumar 16,3 millones de guantes de nitrilo, 135.191 gafas, 77.624 batas desechables, 83.938 buzos y 408.371 unidades de otros materiales de protección.